La gente va cada vez que se la llama. Le dicen a la gente que hay teatro y la gente va. Le dicen a la gente que hay tango y la gente va. Ahora, ojo, que esta fidelidad de la gente (muchos van porque es gratis) puede tener un final. Por ejemplo, vos tenés el viernes libre y está, digamos, tu cuñado, que llegó de visita... bueno, le decís vamos al teatro y después a lastrar una pizza (¿Lastrar? ¿Le gusta el lunfardo a tu cuñado?), comer algo, dale. Lo llevás a ver la obrita del grupo que se hace llamar ¨Luzmala¨, entrás con tu cuñado, esperás sentado una hora, porque no se qué del que se yo, y después te largan la cosa ¨Una larga noche¨ que está hecha a la manera de no se sabe que estilo... (Mi cuñado es de Santa Fe donde vio mucho teatro, es un tipo grande, y siempre se acuerda de los Catania, los grupos de ¨Teatro de Arte¨y la sala del ¨Cincel¨que estaban en la calle San Martín...). Yo sé lo que quieren hacer -me dijo- pero, no les sale.

No sé si después de esto estoy en condiciones de decirles que vayan a ver Tango en mayo. Viene Araoz, que se yo, canta bien, es el Club de Tango, ustedes saben que es lo que propone el Club de tango. Se suspendió para el mes del cabildo abierto, porque con la muerte del Santo Padre no estábamos como para tango.