Los medios agradecidos porque vuelve a la máñana un clásico inimitable, el Social Club de la Max con su ácido humor y su original visión de la vida ciudadana. Perder la onda MAX es ya casi no tener tema de conversación. El programita de la 95.7 se ha ganada la simpatía de los habitantes de talleres y oficinas que van entrando en la onda coincidente con el sentimiento particular del esperancino medio.

Usted escucha o se lo pierde. Los que optaron por trabajar en lugar de escuchar es porque la adicción que genera este programa es peor que el vino bueno, abandonan por unos minutos pero la curiosidad los vence y vuelven para ver que locura se está gestando en el instante mismo en que la atención del inteligente radioescucha ha decidido retornar. Social Club versión 2005 es cosa seria, Todo lo mismo que el año pasado pero mejor o peor, pero imposible de pasar por alto. El lunes a las 8 todo el principio de otra historia