Es un misterio. Es un misterio que puede terminar en comedia pero nunca en drama. Antes de que haya agua en la pileta ya están los candidatos en el trampolín y algunos se tiran igual. Los que se fueron vuelven y los que están quieren seguir. La conducción oficial del peronismo no habla y la gente espera para ver quién va a ser el próximo que aparezca en el escenario. En hornor a la verdad no estoy tan seguro estos movimientos hacia la elección que viene sean un misterio, lo que sí estoy seguro es que viene divertida la cosa.

Los otros partidos todavía no decidieron por que puerta se van a lanzar, algunos por demasiado seguros y otros por demasiado desconcertados.
La inusual forma de elección que se avecina perjudicará a algunos y beneficiará a otros. Los radicales no tendrán que pelear con tanto lema como antes y los demócratas se pondrán en evidencia en una interna abierta (¿Cuántos son en realidad?). En fin, todo será observado por un elenco de opinadores de bar, chupamedias de radio y aduladores gráficos. Pero igual va a ser muy divertido.