Es cierto que estamos los ciudadanos un poco desentendidos de la política. Es cierto también que este asunto de los lemas no logra despertar demasiado interés, es lógico, la gente puede llegar a interesarse por hechos concretos que la beneficien o que alivien su sufrido andar cotidiano pero, interesarse por sistemas electorales, eso es muy difícil.
Así y todo el movedizo Senador Fascendini movilizó a su partido radical para oponerse a la ley que lo hizo sudar frío en las últimas elecciones departamentales. el rubio tuvo que luchar solo contra más de diez candidatos peronistas y de los otros. Y si bien consiguió ganar ahí nomás, debe haber pensado que, el peligro que representa la norma electoral es tanto y de tanta consideración que no está como para enfrentarlo dos veces. 

Los diputados le dieron media sanción a la anulación de la Ley de Lemas, que ahora va a la cámara de Senadores. No están sin embargo muy conformes los radicales con el proyecto de Obeid que obliga a dos elecciones generales, una para determinar el candidato de cada partido y otra que sería la elección propiamente dicha. Pero el peligro no desaparece, dice Fascendini, porque el asunto de las internas no lo convence demasiado, ya que pueden venir votantes de cualquier lado y armarnos un revuelo flor en el gallinero. Esto recién empieza y a fin de año se tratará en Senadores. Quedarse atentos no es obligatorio pero...