Un conocido novio eterno de mujeres que a esta altura parecería que nunca se casarán charlaba con su señora madre en la intimidad de la casa paterna donde pernnoctaba a pesar de sus cuarenta y tantos años.
-Madre, creo que Ana sigue angustiada y nerviosa, lo cual me desequilibra emocionalmente..
-Pero hijo, disculpa plis, pero te haré una pregunta íntima si me permites... -dijo la anciana madre del novio de América-
-Pregunta lo que quieras madre mía.
-Hijo, disculpa pero, dime ... ¿Tú con la rubia Ana, tu amada novia, tienen buenas relaciones sexuales?
-Oh, mamá, debo confesarte muy a mi pesar que con Ana nunca hemos tenido relaciones sexuales, es más, creo que nunca las tendré hasta que no me consiga un buen reloj madre....
-¡Pero hijo, en veinte años de noviazgo nunca has tenido relaciones y dices que se debe a que no tienes un buen reloj! ¿Acaso estás loco?
-No querida mamá, no me mal interpretes, lo que pasa es que cuando me quedo solo con ella, cuando todos se retiran y quedamos en la más absoluta soledad ella me exige, me reclama, me dice...
-No entiendo, hijo, ¿Y por qué necesitas un reloj, qué te dice Ana cuando están solos por Dios ??...
-Madre, ella me dice... ¡Dáme la hora! ¡Dáme la hora!
-¡Pedazo de idiota! ¡Dámela, dámela ahora .... te dice, infeliz!