La gravedad de los hechos de violencia sucedidos en el día de ayer en la ciudad de San Carlos Centro, donde la furia de un grupo de intolerantes portadores de pancartas representativas de la Federación de Trabajadores Municipales (FESTRAM), causara destrozos en la vivienda y otros efectos personales del Intendente de la ciudad, han motivado la imperiosa necesidad de manifestar nuestra condena y repudio a tales acontecimientos.

Es francamente lamentable tener que abordar nuevamente cuestiones como las que nos ocupan hoy, donde la intolerancia, la carencia de vocación democrática y la agresión practicada por algunos sectores minoritarios de la sociedad,  vuelven a ocupar la primeras planas de los medios periodísticos.

Pero mas allá del repudio a tales actos, se plantea interrogantes que quizás puedan ser objeto de igual o mayores cuestionamientos que los referidos.

Resulta altamente sugestiva la falta de presencia policial en el lugar de los hechos que permitiera el cumplimiento de su obligación de proteger la vida y bienes de los ciudadanos.

El inmovilismo y la inoperancia evidenciada por las autoridades encargadas de la seguridad provincial nos lleva a pensar, tal cual fuera deslizado en publicaciones periodísticas, que habría una especie de "Vía libre" para determinados actos de protesta ante jefes comunales de diverso signo político de los gobiernos provincial y nacional.

De ser ciertas estas apreciaciones, estamos en presencia de actos de una gravedad institucional inusitada, que deben investigarse y cesar inmediatamente.

Por lo manifestado, reiteramos nuestra solidaridad para con el Intendente de la ciudad de San Carlos Centro y su familia y exhortamos a las autoridades provinciales a asumir los deberes a su  cargo y cumplimentarlos de conformidad a las leyes y la constitución que garantizan los derechos de todos los ciudadanos que habitan el suelo de la provincia de obtener de sus gobernantes un idéntico trato ante la ley.