¿Quién dice que todo cambiará en el banco de la provincia? Desde que los hermanos Rhom se presentaran como la salvación del agente financiero santafesino hasta hoy, lo único que ha quedado probado es que el Banco de Santa Fe que, según nuestros idóneos funcionarios,  estaba al borde de la debacle, de la quiebra y del escarnio público hoy es lo único que tiene algún valor. Ni los bandidos de apellido Rhom pudieron con el viejo banco. La Asociación bancaria está nerviosa porque siempre ha pasado que cuando arranca un cambio, hay ajuste, y cuando hay ajuste siempre los que habrán de hacerle un agujero más al cinto son los empleados. Eso si no los rajan o lo ponen a cuidar algún baño en la estación terminal, el registro civil o como jefe de mantenimiento de una escuelita rural. Veremos que pasa, aunque siempre pasa lo que ha pasado, nunca falla.

Las aguas fueron una privatización, tipo metida de pata, falluta o como quiera decirse de la administración Lole. Ahora el hombre se puso duro y quiere que respeten el contrato firmado. "Y si no que se vayan.." dicen que dijo Reutemann. La verdad que salta a la vista es que nadie está mejor que antes cuando la vieja DIPOS gobernaba los grifos de la provincia, ahora, todos desfilan por las oficinas de la autotitulada Aguas Provinciales para refinanciar el líquido que vale más que el vino. La secreta esperanza de los usuarios es que finalmente los actuales dueños del agua no cumplan el contrato y todo vuelva a ser como antes. Reutemann lo dijo: "Los contratos se hicieron para cumplirlos, si no lo cumplen que se vayan". ¿Lo escuché o solo fue un sueño?.