La viuda de Kirchner tiene pocas pulgas. Eso se sabe y se padece, miren como sacó a su esclavo de la Provincia y lo mandó al interior profundo, por el solo hecho de que cada vez que habla mete la pata. La foto de Olivos hizo añicos el poco resto de credibilidad del Presidente, que por otro lado, ya nadie trata como Presidente y nadie trata como nada. Alberto es un chirolita que no emociona a la audiencia. Eso es grave. La viuda lo sabe y sabe también que no se puede sostener a un presidente al que nadie toma en serio. ¿Qué hacemos? Bueno, el peronismo tiene soluciones para todo, eso sí, no inventa nada, apela siempre a lo que se hizo en el pasado. ¿Qué hace entonces el peronismo con los presidentes que no sirven más? Los tira. Para colmo este Alberto no es ni siquiera De La Rúa, es casi Isabelita. Con chupete se podía presionar y que mas o menos decorosamente el tipo se vaya a su casa, pero para Alberto la solución es otra, Alberto necesita un Ascochinga como dice Asís, hay que mandarlo al exilio vacacional como se hizo con la señora de Perón. Y no va a pasar mucho tiempo sin que la Viuda se ocupe. Lo borra, le da licencia, chau Alberto.