NO HACER NADA TAMBIÉN ES CORRUPCIÓN.
Nadie ignora que algunos fulanos y fulanas siempre giraron alrededor de la “política”, haciendo algo, haciendo nada o haciendo lo que nadie sabe. La cosa es que los tipos se las arreglaron para circular, siempre con efectivo, sin mucha transpiración y durante la mayor parte de su existencia. Son ejemplares conocidos, no hay que ir tan lejos para encontrarlos, van y vienen por los municipios sin ocupación fija, asesorando, simulando, que se yo, son maestros del curro oficial.
No se necesita ser detective para encontrar a estos ejemplares, además, lejos de estar en extinción, se multiplican por todas las ciudades y pueblos. Cualquiera pueden pedir datos sobre dependencias oficiales, ahora hay “derecho a la información” y enterarse de lo que hacen o no hacen algunos funcionarios locales. Locales para poner un ejemplo, claro, sin ofender, tranquilos.
Pongamos por ejemplo (solo como ejemplo) el Instituto Municipal del hábitat (INMUHA), nombre presuntuoso para lo que hace o parece que hace. Ojo que tiene presupuesto y todo, más de diez palos al año, y uno se imagina que con eso, algo se puede construir, aunque sea, que se yo, una prefabricada, pero no, pasan los años y nada. El INMUHA tiene asesores que asesoran, qué es lo que asesoran, no se sabe, pero tiene asesores, los tipos van y vienen, aparecen, desaparecen, bueno, más desaparecen que lo que aparecen. La gente paga, claro, la gente paga en directo las tasas y en forma indirecta los impuestos que vuelven y embolsa el Municipio, porque todo lo paga la gente. ¿Las obras? También las paga la gente porque si la gente no paga no hay obras, no hay pavimento, no hay gas, no hay cloacas, no hay ripio, no hay nada.
Pero eso no es todo. El Concejo también tiene asesores. Antes no tenía asesores, ahora parece que los tiene, la paradoja es que en sus mejores tiempos, el Concejo, no tenía asesores. Y aunque parezca mentira hubo épocas en que los concejales no cobraban y algunos hasta donaron las dietas. Otro tiempo.
En la Secretaría de Acción Social no se puede entrar de la gente que supuestamente “trabaja” en ese lugar. No hace mucho había tres o cuatro, ahora hay más de veinte. ¿Hacen más ahora que antes? Casi seguro que no. Con darse una vuelta por los suburbios se nota la ausencia del Municipio. Gente que vive entre los plásticos, a la intemperie, con frío, sin agua, sin luz, sin nada. Las razones por las cuales no se hace nada es que estos semejantes con usurpadores, atorrantes, intrusos, extraños, incorregibles, aunque justamente la “acción social” del municipio es para ocuparse de esas carencias, para eso cobran los que cobran, se supone, para hacer algo, de lo contrario es injusto que los contribuyentes destinen parte de sus ingresos a sostener algo que no llega a ningún resultado.
Así podemos enumerar decenas de ejemplos. No es el caso, además, es desagradable describir estos asuntos, es poner en evidencia a un sector decadente de nuestros conciudadanos, hoy que tanto hablamos de corrupción, de funcionarios que se aprovecharon de sus lugares para meter la mano en la lata, bueno, simplemente nos preguntábamos si no se trata de un “vicio” bastante grave, hacer uso de un puesto en el estado municipal para “cancherear” día tras día, cambiar papeles de lugar, bostezar detrás de los escritorios y aburrirse porque el tiempo no pasa nunca. Tal vez esta inquietud despierte alguna reflexión, tal vez, si eso sucede, esta nota no habrá sido en vano.