MEINERS, GÓMEZ Y EL “HIPOCRITOMETRO”
Es increíble desde todo punto de vista que gente grande, con responsabilidades de gobierno (para colmo) ande “antojada” con una cosa y se juegue a todo o nada por una pavada. No hay otra explicación para el comportamiento de Meiners y Gómez en el asunto del estacionamiento medido inteligente o como se llame. La presión de una mayoría considerable de comerciantes y público en general los puso (a Intendenta y Secretario) en un brete desde el cual, ahora resulta complicado recular. O sea, por no recular a tiempo, ahora van a tener que recular igual, pero cascoteados y hasta humillados, escarnio que pensaron evitar.

-Lo que faltaba –dijo la señora mirando por los ventanales- ahora nos votan en contra los tres cosos esos que se supone son compañeros nuestros.
-Y la morocha de los pollos … –dijo Gómez secándose una lágrima que la caía del ojo izquierdo.
-La gente se avivó que lo único que hacíamos era tratar de afanarle.
-Por nueve mangos mugrientos –dijo el Secretario entre sollozos
-Esto es culpa de los radicales que le daban todo gratis a este pueblo de amarretes.
-Lo triste, señora, es que no puedo comprar ni un alfiler en los negocios del centro.
-Yo menos -dijo la alcaldesa.
-Yo ni siquiera pasar por la vereda. Tengo que comprar la ropa por correspondencia -dijo el Secretario.
-Esa camisa que tiene es algo antigua -dijo la señora.
-Es de mi primera comunión -se quejó Gómez. 

Probablemente los concejales peronistas hayan arreglado un “sí” con la señora Intendenta, antes de aprobar una minuta sugiriendo la suspensión del cobro de estacionamiento por la tarde. Porque eso es lo que pasó, el mundo al revés, los que ahora quieren la suspensión son los que antes se oponían, con tanto énfasis que parecía se trataba de una sentencia de muerte. Elena, Kinen y Theler, del brazo con la disidente Martinez, hoy Presidenta del Cuerpo, piden a la señora Meiners que suspenda el cobro del canon en horario vespertino. Cosa de locos.

-¡Esto es cosa de locos! – suspiró el dueño de un kiosco tirándose de los pelos- ¿Ahora los que se oponían están de acuerdo y los que estaban de acuerdo se oponen?
- Mirá, con tal que saquen este mamarracho, por mí puede venir a votar Stiuso –dijo uno que se rascaba la cabeza.
-¿Quién es Stiuso? –preguntó una chica con el pelo a lo Xipolitaquis.

Pasa que el trío justicialista del Concejo, pensó un rato y se dio cuenta que este absurdo asunto del estacionamiento le complicaba la campaña. Recordemos que en octubre renuevan dos de los peronistas que hoy están sentados en las bancas. En fin, los “renovantes” Kinen y Elena, habrán dicho, si esto sigue, todos estos comerciantes, más familiares amigos y favorecedores, nos van a votar en contra. Y la chica de los pollos, la morocha disidente, Martinez, habrá pensado lo mismo. Bien pensado, aunque, si creen que van a arreglar el asunto con una minuta, parece poco, pero, bueno, seguir con el antojo del Secretario Gómez, hubiese sido un suicidio. Bien hecho, eligieron el mal menor. Ojalá prospere.