Esta administración Meiners/Gómez se ha empeñado en no gastar un peso. Ni siquiera haciendo lo que tiene que hacer. Los proyectos no pasan del salón blanco, de las fotos y de las declaraciones. ¿Cuántas veces se habló de un “Plan de Turismo”? ¿Cuántos cursos y talleres y versos parecidos nos vendieron por buenos? Las fotos de la Estación de colectivos son elocuentes, la entrada de la ciudad se destaca por el abandono y la suciedad. Y eso que no se exhiben fotos de los baños porque son prohibidas para menores. Tenemos tantos lugares abandonados que podríamos organizar un “Tour”, un circuito que guíe a los visitantes por los andurriales más devastados de la ciudad. Eso tendría coherencia, recibimos a los turistas en la estación con cielorraso a punto de derrumbe, enseguida –y como quién no quiere la cosa- pasamos con el grupo por el salón donde duermen los perros y de ahí podemos embocar la calle Belgrano y acompañar a la gente a un avistaje de ratas y alimañas varias en el Palacio Stoessel. Hasta se podría proveer a los turistas de una vela y extender la oferta a horas nocturnas para los amantes del riesgo extremo y la aventura.  La idea no es mala, el siguiente puede ser una tentativa de programa, por ejemplo:

1- Llegada a estación terminal gambeteando trozos de mampostería. Baños solo para vacunados con la triple.

2- El salón de los perros. Visita a canes hambrientos apolillando en los salones.

3-Salón Stoessel. Turismo de aventura, provista de cascos a precios módicos. Espera en aguardo de pasaje de gatos, ratas y ratones.

4-Almuerzo en el parque. Pato asado con algas naturales. Máscaras anti olor y venta de migas de pan para alimentar a las tortugas.

5-Regreso con visita a la Señora Intendenta y su Delfín Alfonso. Besos y fotos. Folleto con instrucciones para esquivar la bosta de paloma.

Lo triste es el tiempo que se ha perdido con este asunto del turismo. La extrema caradurez de funcionarios que lo único que han hecho, por lo menos en este tema, es devanarse los sesos para justificar su insistente costumbre de no hacer absolutamente nada.