El Frente Progresista y, fundamentalmente los radicales, han sufrido bastante con el asunto de la díscola concejala Andrea Martinez. No es para menos, una chica criada de pichona, bajo la tutela de los califas del partido, que un buen día tira la chancleta y pisotea las banderas como si nada es como para tirarse de los pelos. Escándalo sorpresivo, digno de una cinta italiana que, en otro tiempo y con otros protagonistas, hubiera terminado a las piñas, esta vez, sin embargo (ciudad civilizada la nuestra), culmina con reflexiones plenas de buenos deseos, frases hechas y consejos afanados a los pensadores de la Revolución Francesa.
Esto es lo grave. Hubiera sido más saludable que termine a las piñas. Por lo menos más auténtico, convengamos que no es tan edificante que los ediles de la contra le digan a Martinez “grande morocha, así se hace la patria, por fin has marcado el camino de la libertad y de la dignidad cívica, metele para adelante que vas mejor que bien”.
-Oiga, señor concejal peronista: ¿eso que usted le dice a la chica, es capaz de hacerlo usted, me imagino?
-¿Hacer qué?
-Eso de cortarse solo y juntarse con los otros y votarle en contra un proyecto a la Intendenta Meiners.
-¡No, eso nunca!
-¿Y entonces, por qué le dice a la chica Martinez que lo haga?
Debemos reconocer entonces, que estamos peor de lo que pensábamos. Lamento informar que al Concejo se le prendió la garrapata del “animémonos y vayan”. ¿Por qué alguien le diría a su vecino que haga algo que no haría ni bajo los efectos de un porro de agua lavandina? ¿Por maldad? ¿Para joder? No creo, no puede ser que hombres y mujeres portentosos representantes del pueblo se dediquen a pelotudear con cosas tan importantes. Pero si no es así, si no están jodiendo, los que practican el “animémonos y vayan” padecen entonces una falla moral muy grave. No se le dice a otro que vaya a robar mandarinas sabiendo que nosotros no lo haríamos ni locos y -encima- nos morfamos las mandarinas que nos trae el tipo.
-¿Entonces usted va a votar todo lo que manden Meiners y Gómez aunque sea un asalto al escuálido bolsillo de la gente?
-¿Por qué dice eso del asalto…?
-Porque todo lo que mandaron sus capataces, sin excepción, fueron proyectos para esquilmar al contribuyente, estacionamiento, aumento de tasas, aumento a bomberos, entrada al balneario, ajuste pavimento, en fin, haga memoria, ninguna alegría, todas pálidas. ¿Entonces, usted va a votar a favor de la gente como Martinez o va a votar en bloque?
-En realidad, no puedo votar en contra de mis compañeros, me da vergüenza.
-¿Y por qué le dice a Martinez que lo haga?
-Lo que pasa es que ella, tal vez, no tiene vergüenza.
("Muchas cosas pierde el hombre, etc...")