Este año 2016 el premio fue más original que nunca rodeando a comerciantes e industriales de simpáticos acompañantes que, con sus narices rojas y ropas colorinches le aportaron verdad al cascoteado galardón. Fue casi, casi, un “sincericidio”.
Todos saben hasta que punto fue y será criticado este premio por múltiples razones harto conocidas. Sus defensores dicen que los que critican son envidiosos que se mueren por participar de la festichola donde todos se tiran el ropero encima y sueñan por unas horas que son el centro de la creación. La ficción que se crea intra muros, hay que reconocerlo, es única. Albañiles, tenderos, industriales, vendedores de ploantines y periodistas se meten en sus personajes y juegan por un rato a ser los reyes de la farándula de un planeta cuyos límites no van más allá del Salón de Usos Múltiples. No importa “para”, ni importa “qué”, juegan a “quién te quita lo bailado” y lo hacen año tras año con una porfía curiosa que hace oídos sordos a cualquier planteo derrotista. La insistencia ficcional se prueba con la presencia de la estatuilla repetida hasta diez veces (o más) en las estanterías de algunos comerciantes. La vida es corta y hay que vivirla lo mejor que se puede.
Esta entrega de “El Colonizador” 2016 se recordará como el mayor espectáculo de ficción donde participaron jóvenes actores del mayor emprendimiento cultural privado de la ciudad. La sala cultural independiente “La Juana”, con la honestidad que solo pueden aportar los comediantes, puso en valor un “reality” monumental, que se venía realizando desde muchos años atrás y que, con la llegada de estos “mimos” , se potenció hasta lo increíble. La noche “estelar” donde todos juegan a ser “galardonados” y sacan pecho por la alfombra roja, cual reyes de un mundo interior, que, más tarde o más temprano, desaparecerá sin remedio como el cuento de Cenicienta, este año 2016 tuvo el condimento que le faltaba, los clown, los payasos saltando alegremente en el sendero que llevaba a los trajeados participantes hacia la estatuilla.
Sinceramente no pude dejar de mirar. Con alegría por esta producción de La Juana que enriquece con una experiencia inédita a este grupo de artistas luchadores. Y también con sorpresa por la actitud de los circunspectos comerciantes e industriales de la ciudad que se prestaron al contrapunto relajando por un rato sus rostros graves. Siempre se aprende algo nuevo.
Tiempo Esperanza
Frases Célebres
Nada es constante en este mundo sino la inconstancia.