El azote del nervio ciático
Seguramente es el cambio de tiempo, el paso de una estación a otra. Es natural que haya gobiernos que pueden hacer algunas cosas y otras no. Este equipo ejecutivo municipal lleva casi una década esmerándose en hacer lo que prometió, diez años en un gobierno es como cincuenta o sesenta en un ser humano. A los sesenta se abandonan por obligación algunas actividades extremas, el picadito de fútbol, los movimientos bruscos, los excesos, las corridas, los riesgos que multiplican las palpitaciones, en fin, al muchos motivos, la columna vertebral, la presión arterial, el ciático.
La Intendenta insiste en que “hagamos coincidir nuestras voluntades, que hagamos las cosas todos juntos”, diez años tratamos de averiguar qué cosas son las que tenemos que hacer todos juntos, si supiésemos, tal vez podríamos hacer algo, porque para hacer un guiso de liebre primero hay que cazar la liebre ¿verdad que sí?
La verdad de la milanesa es que las “cosas que podríamos hacer todos juntos” son aquellas en que menos participación se ofrece a los contribuyentes. La cultura por ejemplo. Hay ciudades vecinas que están haciendo un gran trabajo con la cultura, generoso y original, trabajo proyectado ya a nivel nacional ¿por qué nosotros ni siquiera empezamos con un plan de cultura integral? Ahora dicen que hay problemas con el Liceo. ¿Qué pasa?
¿Acaso hay cosas que ya no nos da el cuero para sostener, el ciático tal vez?
La salud de la población, la basura, los malos olores, el famoso “medio ambiente”, por qué no se convoca a los afectados y se soluciona un tema que viene de muchos años. ¿Hay que trabajar, hay que invertir? Por supuesto, sin plata esos temas no se solucionan. El ciático municipal impide que el ejecutivo salga del nicho declarativo, pura literatura, “tenemos que hacer esto o aquello” la lengua funciona fenómeno pero cuando hay que agacharse, arremangarse o meter la mano en el bolsillo este gobierno peronista se queda indefectiblemente duro. Dolores de temporada, la cintura, el nervio ciático. Lo sufre la Intendenta, la ciudad más todavía.