No se puede negar que el "negocio" de la venta de la cancha de San Lorenzo tiene un poco de pinta de "negociado". Los argumentos de los promotores del proyecto son débiles, el asunto de que "falta espacio" no resiste el menor análisis. ¿Tantos juveniles tiene San Lorenzo que no le alcanza del Fortín para practicar? ¿Van todos juntos, a la misma hora a la práctica? En Esperanza hay muchos clubes, algunos con menos espacio que San Lorenzo y nuca dijeron nada de la falta de espacio. ¿Falta de recursos? ¿Plata? Siempre faltó plata, pero ahora viene un poco de viento a favor para los clubes, desde la Nación, desde la Provincia y hasta localmente está la intención de constituir un fondo para asistir a los clubes.

Pongamos que no hay más remedio que vender. No es así, pero imaginemos ese bajón que obligaría al club a desarraigarse, ¿por qué vender todo? ¿por qué no seguir el ejemplo de su homónimo de la capital y darle al supermercado que, según dicen, vendría, la parte del frente, existe la propiedad horizontal, detrás, con un buen proyecto quedaría espacio para mucho, bien hecho, funcional y moderno. Eso se puede hacer con el producido de los lotes del frente.  Esa es una posibilidad, sin duda hay mejores, pero no se han planteado alternativas, eso es sospechoso. También es sospechoso el apoyo de algunos medios, como el periódico multicolor, que insiste con una vehemencia notable. La asamblea tiene que rechazar la oferta. La plata no alcanza siquiera para hacer lo mismo que tiene San Lorenzo en la actualidad. Con ese negocio, el club estaría cambiando rifles por plumas.