Algunos cometen delitos porque, según su ideología particular, es legítimo e incluso necesario que pisoteen la ley. Otros se adhieren a ideologías determinadas por suponer que les servirán para blanquear sus fechorías. ya que, con suerte, los usarían para construir el “proyecto” nat&pop glorioso del que hablaban. Pero también hay muchos que estaban más interesados en conseguir una parte del botín, por minúscula que fuera, cuando los jefes subsidiaban a sus fieles con dinero contante y sonante o salidas laborales y que, en la actualidad, están tratando de alejarse subrepticiamente de una causa que ha dejado de serles provechosa.
La distinción es importante. Los creyentes auténticos que se imaginan por encima de la ley son mucho más peligrosos que los oportunistas, personajes que suelen adaptarse sin demasiados problemas a las circunstancias imperantes y por lo tanto son, por decirlo de algún modo, rescatables. Si bien los kirchneristas están batiéndose en retirada y es poco probable que logren regresar, todavía queda un núcleo duro cuyos integrantes están dispuestos a subordinar absolutamente todo, incluyendo, desde luego, el bienestar de la mayoría que no pertenece a su secta, a las verdades reveladas de un “relato” en que ellos encarnan el bien y sus adversarios, comenzando con Mauricio Macri, son agentes del mal.
Tiempo Esperanza
Frases Célebres
Una memoria ejercitada es guía más valiosa que el genio y la sensibilidad.