Empezó siendo un proyecto optimista y se transformó en un drama. Los dueños de talleres y pymes que compraron un terreno en el predio creyeron que contarían con el apoyo del Estado. No fue tan así, el único "estado" que cumplió fue el provincial, la Nación nada y la Municipalidad solo participa como uno más. Es posible que el centenar de pequeños empresarios a esta altura ya hayan desestimado cualquier tipo de ayuda oficial. El Parque Industrial local arrancó como una inversión privada y por más que se le busque la vuelta es eso y nada más, con la noticia de que para recibir las ventajas de ese tipo de emprendimientos debería ser integrante del Estado. El fideicomiso propietario del terreno se niega a transferirlo y por lo tanto pierde subsidios y prerrogativas. Ahora parece (gobierno nuevo mediante) se le otorgarán créditos baratos. La pregunta es si con eso alcanza. Por la cara de los que llevan adelante el proyecto todo hace pensar que no. 

Los gastos que soportan los integrantes del fideicomiso son múltiples. Terreno e infraestructura (gas, electricidad, accesos, apertura de calles, pavimento) no son tan sencillos de afrontar y aguantar se está haciendo resistencia para unos cuantos. La esperanza está depositada en un milagro, que el municipio invierta para algunas obras, claro que eso significa que parte del asunto lo paguen todos los contribuyentes, La provincia es la opción más seria, la presencia fuerte de políticos locales puede ser importante. Igual la cosa es con plata o con tiempo y hoy se demora más de la cuenta.