Los mismos que muestran un televisor con dos o tres lugares de la ciudad como único aporte a la seguridad, son los que se presentan en público con cara de "miren lo que estoy haciendo" para hacer pata ancha en las reuniones. En silencio total, por supuesto, solo para que los asistentes digan, mirá quién vino. De la asamblea o como se llame que se hizo en San Lorenzo por el asunto de la seguridad, el público se retiró con las manos vacías. La iniciativa no es mala, lo malo son los figurones. Con figurones no se llega a ninguna parte. Los tipos hablan por la tele y se guardan el berretín de candidatearse algún día. En ese camino no hay excepciones, entran todos, políticos en ejercicio, vecinalistas y cualquiera que se presenta para hacerse "visible". Hay cada uno que se hizo "visible" que en realidad la "visibilidad" le juega en contra.
Acá se conocen todos. No hay que discriminar, es cierto, pero en el tema de seguridad no podés poner al frente a los que son sensibles al afano. Porque hay afanos de todo tipo, No solo el afano que sufrió el remisero, también hay afanos de guante blanco o de guante gris y no podés dejar que esos tipos con esos antecedentes se hagan jefes de la seguridad. El zorro en el gallinero.
La solución pasa por los que pueden hacer un poco de justicia. Hablando claro, los que pueden sacar de circulación a los que se dedican a delinquir. Son conocidos. Hay uno que ya está en cana y con ese solo se reducen los hechos en la ciudad en un gran porcentaje. Que lo tengan adentro hasta que se cure. Ahora el juez lo tiene. Seguro bajan los delitos.
La cosa es simple en la ciudad. Lo que preocupa es ver como la gente se tiene que arreglar sola. La gente se arregla sola porque los funcionarios (que cobran) no hacen lo que tienen que hacer. Ahí estaban todos, con cara de preocupados, serios, la Intendenta, los concejales, la policía, hasta funcionarios provinciales. Pero si la gente no se movía no pasaba nada. No pasó mucho que digamos, pero pasó algo. Es lo que hay.