El mismo "cuentas claras" Gómez lo publicó durante años en la contratapa del Boletín Municipal, dónde se ve a tres colores como se sopletea la plata de los vecinos. Más de un setenta por ciento (70%!!) para personal (contratado y del otro) y el resto a proveerdores. Lo triste que la cosa lejos de aclararse cada vez se pone peor, porque ahora, según datos del concejal Comessati, resulta que la guita que supuestamente iba a proveedores, parece que va para otro lado, porque le deben a los susodichos un montón de plata (Bueno, no son ellos los que deben, SOMOS NOSOTROS), el Municipio paga tardísimo y tiene una deuda varias veces milloronaria. Ahora, de cuidarse, bajar costos, rajar a contratados inútiles, ni que hablar. Meiners no solo ha fracasado, sigue fracasando. 

El gobierno de la señora, además, no se ha definido, entonces no sabemos si sigue siendo Kirchnerista o ya compró la garrocha para saltar para algún otro lado. Mientras tanto, el sospechoso silencio de los funcionarios, hace pensar que Meiners y sus amigos avalan todos los latrocinios de la banda Cristinista. Llámese Milagro Sala (defendida por Selko), los afanos del PAMI (Selko ¿Siiii?), Boudou, Hotesur, y otros afanos desalmados por el estilo. Hoy nadie expone su posición. El Senador Pirola está lustrando el paracaídas para tirarse en doble salto mortal hacia el Frente Renovador o alguno con posibilidades. En cuanto a los peronistas locales están invisibles y lo estarán hasta que se disipe la niebla y se perfile un caballo del comisario, por supuesto que hacia allá irán todos. 

La voz autorizada (la única voz corajuda) es la de Carlos Selko, quién últimamente ha coincidido con el discurso repetido de la zurda kirchnerista, defendiendo a Milagro Sala, pasando por Bonafini, Delía, los barbudos de los movimientos sociales diesmados por la falta de tarasca y, como ni Andreoli, ni Carrizo, ni Potolichio, históricos, ortodoxos, salen a decir ni "mu", el tipo dice todo lo que se le ocurre, abriendo pecho rojo, con banderas más stalinistas que peronistas. Eso va a seguir hasta que salga algún criollo a copar la parada. Lo que pasa que no hay mucho que decir porque el país que dejó la Cristina es un asco. "No podemos salir a defender ñoquis -decía uno de los viejos justicialistas- para colmo son tipos que cobraban y no sabían ni donde trabajaban".