Primero, porque es un gobierno "rengo", necesita bastón y hasta muletas necesita. Y segundo porque el Palacio derruído es el símbolo de lo hecho hasta ahora por Meiners y su equipo de "borrados". Solo Gómez y un poco Caussi, tuvieron algún protagonismo (aunque ahora también han desaparecido), el resto, es una sombra y algunos ni siquiera eso. El responsable del Instituto de la vivienda, por ejemplo, no se sabe si existe, es un fantasma o se fue a pelear a Siria,
Se habla de cambio de gobierno y asunción de nuevas autoridades. Nada de eso, todo sigue igual, la responsable de lo que se ve es la misma que seguirá insistiendo con las veredas rotas, los pozos en las calles y los yuyos hasta en los portales de los edificios oficiales. Ni siquiera tienen voluntad para limpiar la mierda de paloma que se amontona en el ingreso al Municipio.
Ni siquiera será "más de lo mismo" porque hay malas noticias para la señora, ya no tendrá el "apoyo" de un gobierno nacional del palo, ahora tiene a Macri y sus muchachos que le van a pedir hasta el último comprobante gastos. Ya no se podrá pedir 700 mil mangos para hacer lomos de burro, gastar 100 y mandar el resto al viva la pepa. Estos gerentes son serios con la guita. Así que no se sorprenda el vecino si nos encontramos de pronto con "menos todavía de lo mismo".
Aunque, ahora con el movimiento obrero local "unido", la gobernabilidad está asegurada. Con el edificio de la CGT se suma otra tapera para reparar (recordemos al Correo viejo y el citado palacio Stoessel), aunque la esquina sede obrera es más sencilla de reparar, Meiners entre lo complicado y lo fácil opta por jugarla de afuera con lo fácilongo. Por lo menos hizo presencia en la reunión del "movimiento obrero" y prometió ayudar con plata de los contribuyentes. Pirola tambiién. También con plata de los contribuyentes, digo.
Oggioni y Grenón, terminado su mandato, entregan los atributos del mando, hacen jurar y se las toman, Grenón ya tiene colchón en la Provincia. Oggioni no tiene nada. A lo mejor, la chica Geese la lleva a la Secretaría de Energía, por lo menos hasta que le dure. Con dos años se conformaría, dentro de dos años hay elecciones. Becchio también se va y el Pro tiene Presidente de la Nación pero no tiene un miserable representante en la ciudad. Cosas del destino.