El "miedo al llano" es una enfermedad que no solo se manifiesta en los grandes centros urbanos, también en la primera colonia, tuvo y tiene consecuencias devastadoras. Basta con observar el triste deambular de algunos que, en otros tiempos, sacaban pecho exhibiendo la chapa de algun cargo y, concluída la beca, lo que parecía mérito de la inteligencia, resultó ser pura cáscara. Unos cuantos ricos y famosos de antes hoy recalaron en la indigencia social. Lo peor es que nadie los escucha. Una reflexión acorde a las circunstancias sería: "¿qué elgimos cuando elegimos a unos fulanos que, fuera de la protección pública, no sirven ni para mantenerse solos? Ahora estamos pagando el pato a estos errores. Los tipos que hicieron su vida en los sillones quieren llevarse todo antes de despegar. A dos manos amontonan todo lo que pueden hasta raspar la olla.