Fue un suboficial con doble vida.
Le dicen “la Chancha”. Tiene 47 años y llevaba 27 al “servicio” de la Policía provincial. Se desempeñaba en la subcomisaría 10ª de barrio San Lorenzo. Su apellido remite a un mediocampista que hasta hace poco vistió la camiseta del Club Colón.
Pero este policía tenía un costado oscuro. Formaba parte de una temible banda de piratas del asfalto, donde cumplía un rol más que importante.
Las andanzas de “la Chancha” terminaron ayer, poco después que efectivos policiales hallaron un camión repleto de mercaderías con insumos para la industria textil en jurisdicción de Santo Tomé, más precisamente detrás del Hotel de Campo que el Club Colón tiene a la vera de autopista Brigadier López.
El principio del fin
Los policías llegaron a dicho lugar persiguiendo a un automóvil de alta gama que, ayer a media mañana, pasó a toda velocidad por las colectoras de la autopista. Claro que los uniformados ignoraban con lo que se iban a topar.
En el sitio aludido, había otros modernos vehículos los que se encontraban junto a un camión de gran porte, repleto de mercaderías textiles. La aparición de los policías puso en fuga a varios sujetos, los que cubrieron su retirada a balazos mientras se internaban en zona de campos y bañados del río Salado. Por fortuna, ninguno de los disparos hizo blanco en alguna persona.
Un poco de agua
A partir de entonces personal de Agrupación Unidades Especiales ordenó una serie de rastrillajes por el sector.
Realizando esta tarea, los pesquisas dieron con un puestero rural quien refirió que momentos antes había tomado contacto con un hombre, que apareció corriendo por la costa del río. El recién llegado lucía cansado y embarrado, motivo por el cual le solicitó un vaso con agua.
Agregó que el “visitante”, a modo de explicación, le dijo que era policía y que se encontraba persiguiendo a un delincuente.
Pero el parroquiano reconoció a este hombre como un asiduo concurrente a las fiestas de domas que se realizan por la zona. Muchos lo conocen por su apodo: “La Chancha”.
Con éstos y otros datos los investigadores lograron precisar la identidad del fugitivo. Se dispuso entonces una vigilancia en el domicilio donde reside el sospechoso, en la ciudad de Esperanza.
Poco antes de las 15 el imputado salió de dicho inmueble a bordo de un automóvil. Los policías lo persiguieron y lo interceptaron a la altura del peaje de la ruta 70.
Al ser interrogado, el hombre se identificó como personal policial (incluso iba uniformado) y dijo que se dirigía a tomar servicio en nuestra ciudad.
Luego se ordenó una requisa en la vivienda del sospechoso desde donde los investigadores se incautaron de gran cantidad de prendas de vestir, que interesan en la causa.
Puesto al tanto de la situación, el fiscal interviniente dispuso que el acusado sea aprehendido y trasladado a la ciudad de Santa Fe, donde finalmente se ordenó su detención.
Pesados
Tanto “la Chancha” como sus secuaces (varios de los cuales se dieron a la fuga) son considerados “pesados”.
Según se supo, fue en la mañana de ayer que éstos robaron un camión textil que había salido desde Chaco y tenía como destino provincia de Buenos Aires.
Los piratas se apoderaron de dicho vehículo tras interceptarlo cuando circulaba por la Ruta Nacional 11, entre Recreo y Candioti. El camionero apareció horas después abandonado en el partido de Merlo, provincia de Buenos Aires.
El rodado siniestrado fue llevado hasta la localidad de Arocena, donde los piratas hicieron el transbordo de las mercaderías a otro camión (el que finalmente es hallado detrás del predio del Hotel de Campo de Colón).
Dispositivo
Los delincuentes creyeron que al cambiar el cargamento de vehículo, anulaban toda posibilidad de búsqueda.
Pero lo que jamás imaginaron es que dicha carga (rollos de tela de jeans y cajas de hilos, en su mayoría) traía consigo, de manera oculta, un dispositivo de rastreo.
Así fue que este dispositivo (un teléfono celular con GPS) se activó en la mañana de ayer y emitió las señales dando cuenta de su ubicación en la zona rural de Santo Tomé.
Una logística impresionante
Los delincuentes que concretaron el robo del camión textil contaban con una logística impresionante.
En los automóviles que dejaron abandonados (por la llegada de la policía) fueron hallados dos equipos de interrupción de comunicaciones.
Estos aparatos sirven para anular toda comunicación de teléfonos celulares y handys como los de uso policial, a más de mil metros a la redonda.
Dicha tecnología es usada, por ejemplo, para los operativos de seguridad con los presidentes de alguna nación.
Los artículos señalados no son de venta al público. En su mayoría esa tecnología es accesible sólo para los servicios de inteligencia.
Disponibilidad
En el día de la fecha el jefe de la Unidad Regional I, Adrián Rodríguez, ordenó el pase a disponibilidad del policía apresado.
El funcionario dispuso que se le retire la credencial identificatoria como personal policial, como así también su arma reglamentaria.