-No es tan raro que todos busquen la reelección. Eso es tan viejo como la Colonia -dijo el Colo mientras arrimaba una silla a la mesa de truco del Boliche de la Avenida Córdoba.
El tema de la política apareció cuando uno de los parroquianos mostró una foto del Senador Departamental. "Este tipo es un capo, no hay nadie como él haciendo la seña del dos de oro" dijo un gordo con barba de una semana mientras arrojaba el dos de oro a la mesa.
- Por el año 1550 hubo un cacique de una toldería del norte de la ciudad que buscaba la reelección -dijo el Colo. Un tal Medardo "Pollón" Toninetti, famoso porque cada tanto se alzaba contra el poder de la corona española.
- Los indios alzados eran los peores. -apuntó un flaco que tenía un solo diente.
- Este Toninetti quería ser reelecto cacique y se movía como loco en época de elecciones. -siguió el Colo.
- Una pregunta, don Colo -dijo el gordo- ¿Cómo puede ser que un indio tenga un nombre italiano?
- Se llamaba Toninetti porque un náufrago de la expedición de Caboto le había dejado el apellido y, por si eso fuera poco, también un título de "Ingeniero".
- Salvaje y profesional, eso sí que es una curiosidad histórica -intervino el bolichero. 
- La cosa es que en plena campaña por la reelección, el indio se presentaba como el "Ingeniero", Medardo "Pollón" Toninetti.  Además era grandote y de bigotes, según la leyenda, el único indio con bigotes de la pampa. Sobre la tetilla izquierda tenía tatuada una oveja y cada vez que salía se engrasaba entero.
- Lindo muñeco, don Colo -dijo el flaco sin dientes- ahora ¿no tendría ese "Pollón" que justificar el título de ingeniero con algún invento?
- Justamente, según el historiador Iñiguez, parece que Toninetti  había inventado una especie de Viagra con base de pimienta negra.
- ¿No será por eso que los indios andaban alzados? -preguntó un petiso con una musculosa negra.
- De todos modos el indio no fue reelecto, le jugó en contra la costumbre que tenía de almorzar desnudo. Le ganó una india  grandota y de cachetes rosados que se llamaba Dorotea Alonso Criado.
-¡Será posible, carajo!  ¿Otro indio con doble apellido, don Colo?
- Lo dice Iñiguez, los españoles después del descubrimiento de América, pasaban los fines de semana en las tolderías.
- Usted cree que don Alonso Criado... -quiso saber el bolichero.
- Nunca lo vamos a saber, la leyenda dice que los gallegos y la pimienta formaban una mezcla explosiva. -dijo el Colo mientras cantaba "envido".