La Caja Municipal es la mujer con bigotes de todo gobierno municipal. Matemáticamente no funciona. No hay caja que aguante cuando solo tiene 500 activos para mantener a 250 pasivos. Y no aguanta porque la plata se termina, porque los ingresos son notablemente inferiores a los egresos. Eso lo sabe todo el mundo. Lo saben los chicos que suman y restan en los grados inferiores de cualquier escuela primaria y lo saben los "cerebros" que (según dicen) rodean a la señora alcaldesa, que no lo quieran decir es otro asunto, pero que lo saben, lo saben. 

En el Concejo Municipal hay una pelea electoral, eso también es obvio, porque resulta que estamos en un año electoral y entonces todo sirve para juntar votos. Los votos que separan a Meiners de Camissi, en más o en menos, son pocos y por lo tanto definitorios. Trescientos jubilados que no cobran más su grupo familiar suman casi mil sufragios y pueden definir la elección a Intendente. ¿De parte de quién se pondría usted si fuera candidato?

Los jubilados quieren cobrar y para cobrar es necesario que alguien ponga la plata que falta. La caja municipal pagó lo que puede pagar, unos pocos miles que no conforman a los pasivos. La Caja no paga todo lo que tiene que pagar porque tiene un deficit, en realidad siempre tuvo deficit, lo que pasa es que en época radical, el "agujero" lo cubría el municipio en silencio procurando evitar el escándalo. Ahora, la señora Meiners y su delfín Alfonso Gómez se hacen los "puros", dicen que depositaron los aportes patronales y que no deben nada. No quieren pagar. Que ponga otro, dicen. En realidad lo que quieren es que los concejales le habiliten un aumento escandaloso de tasas y presionan con el tema de que los jubilados no van a cobrar porque no les alcanza para poner. Ingenuidad total. 

En la sesión del Concejo donde se discutía el asunto de la Caja Municipal, o sea si Meiners "debe poner o no poner", los radicales sacaron ventaja. Con jubilados municipales presentes Cammisi, Grenón, Martinez se inclinan por "poner", en cambio, Kinen, Elena, Becchio, por no largar una moneda. Con los jubilados al borde del ataque, Oggioni definió, si bien, no todavía por el desembolso, pero por lo menos por tratar el asunto, algo es algo.

La verdad de la milanesa es que la caja no se sostiene por razones que tienen que ver más con la aritmética que con otra cosa. El municipio cubrirá el déficit y lo asentará en los libros como "adelanto de aportes patronales" o "prestamo de dificil retorno" pero eso no soluciona nada, el año que viene (o antes), con otro Intendente o con el mismo, el problema reaparecerá porque lo que aportan los activos no alcanza para sostener a los pasivos. Con el agregado de que la caja municipal no es una caja común ya que paga montos semejantes a cajas privilegiadas como las cajas de profesionales, fuerzas armadas y de seguridad, con el agravante que esta municipal tiene pocos aportantes y que los aportes son diez veces menores a los de las otras cajas aristocráticas. 

El asunto es sencillo y complicado a la vez. Se soluciona calculando cuánto es lo que tienen que aportar por mes los que aportan para que los jubilados cobren lo que tienen que cobrar. ¿Cuánto aportan hoy los que aportan? ¿Cuánto tienen que aportar para que alcance la plata? Si usted es jubilado municipal puede ver el descuento por jubilación en el recibo de un activo, seguro es insuficiente para afrontar el ingreso de un pasivo. La ecuación mínima, además, exige, mínimo cuatro activos por cada jubilado. Si esos números no están en orden el desfasaje es irremediable. Y el faltante alguien lo tiene que poner. Ahora todo va en dirección al bolsillo de la gente (porque Meiners no pondrá un centavo) y la pregunta que surge es hasta cuando.