AÑO 18

NUMERO 61629

Ciudad

Año: 12

Número: 568

HISTORIAS DE LA CIUDAD SECRETA. HOY: "ACA LLORA MEDARDO ALAMO"

historias-de-la-ciudad-secreta-hoy-aca-llora-medardo-alamo
HISTORIAS DE LA CIUDAD SECRETA. ROMANCE DE NAVIDAD.
Hay que andar con cuidado en este tiempo, para las fiestas cualquiera se siente más sensible. El amor anda por las esquinas y no hay rincón que se salve de sus misteriosas consecuencias.

-Romance de Navidad, lo que se dice romance de Navidad fue que el que vivieron Medardo Alamo con la Nidia Alonso Criado -dijo el Colo mientras destapaba una botella de Cinzano en la previa del mediodía en el bar Castellón.
- Usted cuenta y yo invito, don Colo -dijo un petiso con fama de "capo de la noche" y bolichero retirado.
- Medardo Alamo era un rubio, bochófilo, que integraba el equipo del bar "Esperancino" que está en la avenina, y conoció a Nidia de casualidad durante un torneo provincial cuando la dama fue al bar a comprar un sifón de soda.
-Por los apellidos se me antoja que había diferencia social en la pareja, don Colo, o me equivoco -intervino un gordo pelado que andaba en ojotas.
-Alamo era rubio a tal punto que le decían "el bayo" y la Nidia Alonso Criado una morochita que venía de familia muy humilde. En esos tiempos eso era casi un abismo social.  Pero lejos de lo que se pudiera pensar, al parecer fue Nidia la que rechazó al jugador de bochas.
- Cosas del amor, don Colo. -dijo el gordo.
- Para colmo, alguno de los atorrantes que conocía a Medardo Alamo, cuando se enteraron del metejón del "bayo", le escribieron en un tapial frente al bar algo así como "la Nidia afila con el verdulero Paradiso". Una infamia. Eso colmó el vaso y Alamo quedó tocado a tal punto que entró en depresión y, siendo como era, un gran arrimador, a partir de ese suceso no metía una sola bocha.
- Ya se sabe como es eso, el amor tira más que una yunta de bueyes. -dijo el Petiso mientras chupaba una aceituna negra.
-Tanto sufrió el "bayo" Alamo que hasta se dijo, que tenía un lugar reservado para llorar en el baño de "El Esperancino".
- Disculpe señor Colo, lo que usted cuenta es, como de costumbre, excesivamente raro para que sea cierto, bueno sería que de vez en cuando nos arrime alguna prueba que certifique sus dichos, si no es molestia. -Dijo el gordo achicando los ojos y pinchando un poroto con perejil.
- No hay problema. Ahora mismo puede usted sacarse la duda. Venga conmigo que ya mismo lo llevo hasta el bar donde ocurrieron los hechos, usted verá con sus propios ojos en un rincón del baño del local, encima de los mingitorios, un cartel que dice en letras de molde: "Acá lloró Medardo Alamo". 
Los parroquianos se paralizaron y se hizo un silencio casi total en el boliche. El Colo se había puesto de pie y miraba al gordo a los ojos desafiante. El otro, miró a su interlocutor, luego el vaso lleno de cinzano, se acomodó las ojotas y pinchando un trozo de queso sardo,  amagó a pararse y después se arrepintió:
- ¿Qué le parece, don Colo, si primero terminamos el vermú?.
 
Facebook Twitter Delicious Linked in Reddit MySpace Stumbleupon Digg Whatsapp Enviar por Correo

Imprimir Noticia

El Tiempo
Tiempo Esperanza
Buscar Noticias
Frases Célebres
El papel de la ciencia es producir economía de pensamiento, como la máquina ahorra economía de fuerza.
Henri Poincaré (1854-1912)
Matemático francés
Cotización del Dólar