La gestión para la instalación de un emprendimiento de tal magnitud como el parque industrial en nuestra ciudad tiene demoras lógicas que se refieren a los requisitos ineludibles por los que debe pasar cualquier interesado. El hecho es que la ciudad de Esperanza pudo haberse evitado algunas demoras que se producen por la impericia de sus gestores. 

El parque de nuestro medio nació por iniciativa privada. Simonutti, Presidente del Cicae en tiempos de inicio de la obra, prefirió ignorar la presencia oficial y juntando un grupo de empresarios compró un terreno y se largó solo. Claro que la obra no avanzaría sin la participación del Estado, todos los parques la tenían y sin la Municipalidad la cosa se trancaba. Llegó entonces Caussi, un dirigente con la camiseta del Cicae y Meiners puesta, compraron un terrenito en el predio y comenzaron las gestiones con el funcionario municipal a la cabeza.

Con todos los trámites parado por impericia de los responsables, con la complicidad del Senador Pirola, empresarios y Municipio se quejaron ante el Gobernador Bonfatti. Meiners declaró que "estuvo con el Gobernador que no estaba enterado de las gestiones sobre el parque". La verdad de la milanesa es que Bonfatti le dijo lo mismo que ya sabían: hicieron mal el trámite de la EPE porque pasaron por alto a la provincia y es necesario que resuelvan el tema de la calle pública en el predio. 

Tanto Pirola, como Meiners y compañía aprovecharon para desacreditar al Ministro de la Producción, por elevación, a traves de sus empleados en los medios o como sea. ¿Por qué lo hicieron? Muy sencillo porque estaban entre la espada y la pared, si no le echaban la culpa a Fascendini deberían reconocer su propia torpeza. ¿Qué están haciendo ahora? Tratando de resolver lo que hasta ahora no resolvieron, la gestió oficial con la EPE y la ordenanza para aclarar lo de la calle que pasa por el Parque.