Mas que caido de maduro que iban a agarrar a alguien. Y si ese alguien es negro, africano, jamaiquino, sudaca o cubano mejor. Los dos hermanos Williams que agarraron mientras dormían en un descanso de una autopista en Wasingthon resulta que tenían en su camioneta (igualita a la descripción de la que usaba el francotirador) un rifle (igualito) con balas (iguales) a las que mataron a los diez o doce tipos que gracias a la locura reinante en el imperio luterano del norte pasaron a mejor vida. Todo coincide. Con tal que el el verdadero asesino no siga matando porque de lo contrario los canas del Tío Sam van a pasar la vergüenza del siglo.