Dio vuelta una pelea adversa Lucas Matthysse. Por ganador, por corajudo, por talentoso.
Y dio espectáculo porque él es espectacular, claro está. Por algo pelea para Oscar De La Hoya y por algo se presentó diez veces en los rings de los Estados Unidos. El chubutense volvió con todo: derrotó anoche por nocaut en el undécimo round al local John Molina Jr. y se apoderó del título Continental welter junior del Consejo Mundial de Boxeo, en una pelea disputada en Carson.
Matthysse ganó una de las peleas más emocionantes de su carrera.
Se sobrepuso a dos caídas (en el segundo y quinto asaltos) y peleó con un corte en su ojo izquierdo, producto de un cabezazo en la tercera vuelta. Con guapeza y a fuerza del poder de sus puños, Matthysse dio vuelta el pleito ante Molina, que se quedó sin resto físico y que empezó a sentir el castigo en la segunda mitad del combate. Ahí apareció el Matthysse feroz que todos conocen. Lo tiró en el octavo. Y en el décimo. Imparable estaba Matthysse, que metió una “combinación” de quince golpes.
Parecía que Molina no seguía, pero el rincón no lo protegió, salió a pelear y Matthysse lo sacó de combate, concretando el 33° nocaut de su carrera, sobre 35 peleas ganadas (perdió ante Zab Judah, Devon Alexander y Danny García). Le costó a Matthysse, que peleando en la corta distancia se expuso a golpes innecesarios y casi los termina pagando bastante caro. Una estrategia por demás rara.
Más allá del nocaut, ¿hay una involución boxística en Matthysse o se está adaptando a los cambios en su rincón, en el que se sumó Látigo Coggi? El argentino se mostró nervioso y peleó como un mexicano -sin pasos laterales ni hacia atrás- ante un rival de clase B. ¿Preocupa que Matthysse haya caído? Es extraño. Según pudo averiguar Clarín, como profesional había besado la lona ante García y Saldivia, y como amateur, en torneos en Cuba y en guanteos en México.
Dio vuelta una pelea adversa Lucas Matthysse. Por ganador, por corajudo, por talentoso.
Y dio espectáculo porque él es espectacular, claro está. Por algo pelea para Oscar De La Hoya y por algo se presentó diez veces en los rings de los Estados Unidos. El chubutense volvió con todo: derrotó anoche por nocaut en el undécimo round al local John Molina Jr. y se apoderó del título Continental welter junior del Consejo Mundial de Boxeo, en una pelea disputada en Carson.
Matthysse ganó una de las peleas más emocionantes de su carrera.
Se sobrepuso a dos caídas (en el segundo y quinto asaltos) y peleó con un corte en su ojo izquierdo, producto de un cabezazo en la tercera vuelta. Con guapeza y a fuerza del poder de sus puños, Matthysse dio vuelta el pleito ante Molina, que se quedó sin resto físico y que empezó a sentir el castigo en la segunda mitad del combate. Ahí apareció el Matthysse feroz que todos conocen. Lo tiró en el octavo. Y en el décimo. Imparable estaba Matthysse, que metió una “combinación” de quince golpes.
Parecía que Molina no seguía, pero el rincón no lo protegió, salió a pelear y Matthysse lo sacó de combate, concretando el 33° nocaut de su carrera, sobre 35 peleas ganadas (perdió ante Zab Judah, Devon Alexander y Danny García). Le costó a Matthysse, que peleando en la corta distancia se expuso a golpes innecesarios y casi los termina pagando bastante caro. Una estrategia por demás rara.
Más allá del nocaut, ¿hay una involución boxística en Matthysse o se está adaptando a los cambios en su rincón, en el que se sumó Látigo Coggi? El argentino se mostró nervioso y peleó como un mexicano -sin pasos laterales ni hacia atrás- ante un rival de clase B. ¿Preocupa que Matthysse haya caído? Es extraño. Según pudo averiguar Clarín, como profesional había besado la lona ante García y Saldivia, y como amateur, en torneos en Cuba y en guanteos en México.