AÑO 18

NUMERO 61629

Opinión

Año: 12

Número: 554

ACÁ, LO QUE NOS ATRASA, ES LA "MENTALIDAD" DE VIEJO.

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En realidad la gente no tiene la culpa porque la gente vota como le parece. No se puede influir sobre la gente porque el colectivo "la gente" es indeterminado y actúa distinto que las personas, tiene otros códigos y, casi siempre, es impredecible.
Se votó a quién se votó, tal vez necesitando otra cosa. Después de unos años nos damos cuenta si necesitábamos otra cosa o no. Generalmente cuando vemos que se hizo poco y nada creemos que, a lo mejor, si hubiésemos votado a otro la cosa mejoraba.
Hay una línea, una conducta, una mentalidad "de viejo", "conservadora", que nos ha sumido en la parálisis y en el atraso. Los años en que tallaban los militares la ciudad fue para atrás. Los ciudadanos que se beneficiaron llegando al Municipio sin necesidad de someterse a comicios, no hicieron mucho.
En el 83 con la llegada de la democracia la cosa cambió para bien. El primer Intendente de la democracia fue un joven de no más de 30 años.  No vamos a hacer la apología de Fascendini pero, a favor o en contra, no se puede negar que fue el Intendente que hizo más. Viviendas, gas, pavimento como nunca se vio. No importa tanto lo que hizo, que fue importante, como el quiebre de la mentalidad conservadora que se dio en su gobierno.  Del 83 en adelante hasta que se fue Fascendini, la ciudad creció.  En la época que siguió a Fascendini volvió la mentalidad de viejo a paralizar todo. De Pace padeció la instalación de esa mentalidad en el Concejo representada por Ana Copes.  La importancia definitoria del voto de Copes impidió la concreción de todos los proyectos importantes.  Con la llegada de Meiners a la Intendencia se afianzó la mentalidad conservadora.
Párrafo aparte para el copamiento de gerontes en todos los niveles de la conducción ciudadana. Hasta el fútbol de veteranos, amateur y todo, es más importante que el de la liga. En la actividad cultural cantantes, actores, pintores de sesenta para arriba ganan por goleada.  Ni que hablar en la política municipal donde una Intendenta sexagenaria marca el estilo "gerovital" de todas las acciones.  La ciudad no está envejeciendo pero es conducida por viejos.  Septuagenarios y sexagenarios están atornillados en sus lugares y no permiten el cambio generacional.
La Intendenta ya manifestó su deseo de continuar sentada en el sillón del Municipio por unos años más.  No es por nada pero eso significa que vamos a ser conducidos por una señora de casi setenta años. Es cierto que hay ancianos mejores que los jóvenes y todo eso, pero también podríamos probar con algunos muchachos beneficados por el entusiasmo y el coraje propios de la juventud. ¿Por qué tienen mandar todos los que no se ablandan con el primer hervor?
 
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