Una de las banderas más caras del socialismo está a punto de ser arrebatada por una ingeniosa decisión de la alcaldesa Meiners y su Secretario de Hacienda, el Tenedor de Libros Alfonso Gómez. Lo que no se animó a concretar la izquierda en más de doscientos años de política nacional está a punto de hacerse realidad en nuestra ciudad. A partir de la fecha todos los latifundios que rodean la ciudad estarán, poco menos que obligados, a ser loteados por sus propietarios por obra y gracia de una ordenanza olvidada que impone una sobre tasa monumental a la tierra ociosa. Tasas por servicios que van de 4.000 a 15.000 mangos convencen a cualquiera. Esto que no se le hubiera ocurrido ni siquiera a Lenin, es mérito del gobierno de la señora Ana María, para envidia de todo el troskysmo criollo. Gracias a esta medida desempolvada por Gómez (que es en realidad el único funcionario que da la cara), se consigue, por fin llevar a los hechos el apotegma que reza en el escudo de la primera colonia agrícola: "Subdivisión de la Tierra". Con esta revolucionaria medida Meiners y Gómez le arrebatan la bandera de la reforma agraria al socialismo. Los propietarios latifundistas, por supuesto, se lo quieren comer crudo al Tenedor de Libros, pero el tipo, hasta ahora, aguanta a pie firme agarrado de su sillón.
"Yo a éste lo mato" decía un vecino que tiene un lote en la ruta 70 mientras mostraba una boleta por más de siete mil mangos. Para hacer una tortilla hay que romer algunos huevos, piensa Gómez, quién sin perder la calma explica las razones por las cuales propietarios que pagaban hasta ayer noventa pesos hoy tienen que pagar más de cinco mil. En verdad hay que darle la derecha al Secretario de Hacienda que se ha erigido en el único líder revolucionario de la zona. La historia finalmente le dará la razón (si es que llega) porque no puede ser (dice el jóven revolucionario) que aquel que tiene el equivalente a 400 lotes pague como si tuviera uno solo. Por eso, en pos de la justicia, de los ideales Justicialistas que luchan por "darle la tierra a los que la trabajan o a cualquiera que no la tenga para que la tome de prepo" Gomez y sus compañeros de ruta apretaron fuerte en donde más duele (la verdad que duele) a los que tienen lotes y no los quieren vender para que se desprendan de una vez por todas. Y si no quieren que paguen. Que paguen mucho. La revolución está en marcha (¿Está en marcha?). ¡A triunfar! ¡A triunfar! ¡A triunfar! ¡Siganlo a Gómez antes que lo revienten!.