Chiste de campaña
-¡Señor Senador! ¡Señor Senador! Gran jefe del Departamento...
El chupamedias lo llamaba al gran califa para indicarle alguna estúpida noticia o chismografía barata como se sabía era su costumbre. Era 9 de Julio y para colmo el Gran Senafacha estaba recontraocupado hablando con unos militares que tenían dos o tres huevos fritos en los hombros denotando jerarquía alta y paciencia baja.
-¡Señor Senador por favor...!  -insistía el otro-
El Senador se dio por aludido por fin y bufando un poco atendió al cargoso para que deje de gritar.
-¿Qué pasa che...? No ve que estoy ocupado...
-Es urgente señor, muy urgente, es un error terrible que puede influir negativamente en su campaña por la reelección... ¡Mire, mire aquél árbol que esta justo enfrente de la gran iglesia del reloj!
-¿Qué, un árbol...?  -El senador pensó que era una broma de los pedepetes que querían arruinarle la tarde. Miró para todos lados buscando a Mendo o Megevand pero no estaban- ¿Qué carajo pasa con el árbol, che...?
- No ha sido podado señor mío...
-¿Eh, y por qué no ha sido podado si se puede saber?
-No lo sé gran señor.
-Bueno, vaya entonces hasta allá y pregúntele al árbol por qué no ha sido podado.
El otro miró al senafacha y obsecuente al mango salió corriendo hacia el destino indicado por su admirado jefe.
-¡Excelente, señor! -dijo admirado el Coronel que estaba en el grupo- ¡Una solución impecable, digna del general Patton!
-Gracias, coronel, pero ahora sigamos pasando revista a las tropas.
El Gran Legislador, el Intendente Caponino y dos Militares con una cara de malo que volteaba siguieron recios mirando a cara de perro las tropas formadas más cuando estaban en la mitad del recorrido apareció otra vez el chupamendia del senador gritando a viva voz:
-¡Senafacha, senafacha....!
-¡Dios! -dijo el senafacha agarrándose la cabeza- ¿Qué quiere ahora che...? ¿No habló con el árbol..?
-¡Sí señor sí! ¡Según sus órdenes señor!
-Y bueno, listo... ¿qué quiere ahora?
-El árbol señor...
-¿Qué pasa con el árbol, che, hable de una vez...?
-Quiere hablar con usted personalmente.
El escuadrón de buzos tácticos retiró al molesto admirador del senador de la plaza San Martín previo a colocarle una escafandra para ahogar sus gritos exigiendo al senador que vaya a hablar con un lapacho que estaba frente a la Iglesia protestante.