El justicialismo local se juega el todo por el todo a la inmaculada imágen del doctor Vìctor Elena. Ni siquiera se busca otro candidato a Intendente. Nadie, dentro del partido, piensa siquiera en competir con el monaguillo. Ya, dos años antes, los peronistas, los compañeros, dóciles como nunca, han dado por sentado que el médico (Que es más bueno que el pan), será el candidato y seguro ganador en el 2015.

¿Pero cual es el riesgo que corre el Kirchnerismo local con este candidato que no mata una mosca y que es más bueno que Hijitus? Es cierto, parece imposible que cualquier cosa, por más ínfima que sea, pudiera interponerse entre este muchacho y sus deseos políticos.  Lo que pasa es que el "bueno" de Elena, puede pagar el precio, precisamente, de su condición de bueno. Todo, todos los porotos, todos los huevos están en la canasta de su figura de presidente de cáritas. Absolutamente todo, se sostiene, en el enclenque andamiaje de su cara, su imagen, su estampa de miembro honorario de la acción católica, del ejército de salvación, de médico honorario de las damas vicentinas y de la misión al impenetrable. La cara de Elena, su expresión aniñada, de hijo que perdió a su abuela, es como un papel, un papel blanco, inmaculado, un  papel que encandila de blanco. Y eso, eso, representa su mayor debilidad. Eso es lo que lo hace frágil.  Porque no hay nada más expuesto a que lo cague una mosca que un papel en blanco. 

El doctor no tendría que salir de noche. Es riesgoso que lo vean orinando en la vereda o agarrado a un poste borracho. No es conveniente que este muchacho cuente chistes verdes si lo invitan al Club del Encuentro o a una tallarinada de la Capilla del barrio La Orilla.  Que, por favor, no se deje llevar por los vicios del populacho peronista, que ve con buenos ojos manifestarse con sonoros pedorreos en público.  Y que se cuide cuando se dirige a las damas. Que no confunda una sonrisa con una invitación al dormitorio. Habrá que cuidarlo a este pibe. Parece que no tiene defectos pero solo parece. El tipo es humano. Aunque no parezca, no hay duda que lo es y ya se sabe como reaccionan los humanos ante un generoso escote. Este pueblo catòlico, apostòlico, romano, admite cualquier cosa, menos un Intendente mujeriego. Ni que hablar "pata de bolsa", menos que menos. Ya tuvimos un Intendente pata de bolsa, hace mucho. El primero luego del golpe del 55, era "pata de lana" el hombre, hacía cortar la luz por la EPE (Agua y Energía en esa epoca) para pasar desapercibido cuando saltaba las ventanas ajenas.  

No. Definitivamenbte no. El electorado no soportaría que al papel inmaculado que ve en la imagen del doctor Elena, lo cague una mosca. Por eso hay que cuidarlo. Cuidarlo mucho. Sobre todo en esta época en que las moscas vienen a control remoto.