En política tarde o temprano la realidad golpea a la puerta. Nadie en el justicialismo daba un centavo por esta situación, los que apostaron a uno de tres, ofrecieron su prestigio, su trabajo y sus (supuestos referentes en el departamento) para obtener el respeto y consideración de quienes custodian las kanacas (y los cargos) para las campañas.

Ahora hay que salir al cruce de la cosa concreta, nombres, apellidos, avales y ... todo eso que no es moco de pavo ¿viste?, y hay que hacerlo para que las chapas queden firmes. Hay reuniones por todos lados, arriba, en el medio y abajo, amigotes de los años de plomo se encuentran y se prometen el oro y el moro.

Hay amigos por todos lados juntando gente, armando grupos y abrazando cumpas que son como hermanos. Con Kirchner parece haber arribado otra generación al poder, o, mejor dicho, los sobrevivientes de una castigada generación de argentinos. Pero acá en Esperanza falta poco para que se sepa indefectiblemente quién es quién.