En San Jerónimo Norte pasan cosas extrañas.  Los que vivieron en la comarca cuentan de actividades de una originalidad poco común.  Ahora las cosas se han potenciado con la visita del periodista estrella de Canal Trece, Jorge Lanata. Los habitantes de la localidad se preguntan que carajo estará averiguando el "gordo golpista" y, mientras tanto tiran algunas pistas que por ahora no son nada descartables.
 
Algunos creen que la cosa viene desde los tiempos en que Albrecht estaba a cargo de la Comuna, épocas bravas, cuando el Proceso Militar tallaba en la Nación. Albrecht resultó ser "tío", de otro protagonista de la historia valesana, el "quirquincho" Lavatelli, por aquellos días solo un muchacho común y corriente que manejaba un tractor para la municipalidad .

La democracia trajo el triunfo de Reutemenan Gobernador y una "culada" de Diputados que llegaron hasta el puesto 24 (Nuestro conocido Martín Carrizo había entrado a la legislatura en el puesto 20) ¿Quién estaba en el número 24 sin imaginarse que sería Diputado Provincial, ya que estaba de relleno? Usted lo dijo: El quirquincho Lavatelli.

A Lavatelli se le dio la buena, llegó la época de las vacas gordas, largó la señora y se piantó del pueblo.  Hoy, injustamente seguro,  es nombrado como uno de los mecenas de un empresario que levantó cabeza en San Jerónimo de manera escandalosa y que sería el próximo investigado de Lanata.  ¡Qué dicen las gargantas que hacía "el quirquincho" para amontonar tanta guita. Bueno, parece que tenía un "reparto" de remedios "MBS" (Ministerio de Bienestar Social) desde esta zona hasta no se sabe donde pero con la brújula apuntando siempre al norte.  Ojo que se gana mucha guita con ese negocio. Pregunten por Zanola si andan por la capital y entonces van a ver..

Después, con estos datos, la gente habla, deduce, inventa. Todos se acuerdan de una Trafic abandonada en la ruta cerca de la Pelada con letreros del Ministerio de Bienestar Social. El chofer que no aparece y que (dicen) parece ser de San Jerónimo y, para colmo el "espía" mexicano, que le da una nota de color,  al misterio.  Mala fama la de los mexicanos. Lástima. La verdad sabemos un poco más, pero, en realidad, tenemos un poco de miedo.