Del robo tipo "Ri-fi-fi" a la céntrica joyería Garibaldi solo se sabe -según el semanario Edición Uno- que los autores eran "santafesinos". Parece que la policía se cansó de buscar en el padrón de la provincia y abandonó el caso. No importa porque para entretenerse la unidad regional XI tiene otro desafío. Esta vez una casa de reparación de joyas que funciona en la calle Lavalle de la ciudad de Esperanza. Tres sujetos con datos precisos (buscan a un entregador) llegaron y con algo de profesionalismo, amedrentaron a los ocupantes de la vivienda, dispararon al aire y se hicieron humo.
La tercera joyería asaltada. ¿Serán asaltantes de joyerías en serie? Pícola, Garibaldi, ahora Sosa, es para preocuparse. Los dueños de las pocas joyerías que siguen vírgenes deberían dormir con un solo ojo. ¿Qué hizo la policía? Lo que hace siempre "un operativo cerrojo". ¿Con qué resultados? Negativos. Si los asaltantes tienen un alcahuete que vive en la ciudad seguro están de visita en la casa del fulano. Se quedarán hasta que se levante el operativo cerrojo y después, cuando esté todo tranquilo, se tomarán el buque. Tres joyerías en poco tiempo. No es tan común.