Es más que claro que en la ciudad de Esperanza, la cara tiene mucho que ver, por lo menos cuando de elecciones para cargos políticos se trata. Es una ley inamovible que en la ciudad no gana las elecciones cualquier cara. Esto es digno de estudio. ¿Qué ciencia estudia estos vicios discriminatorios que hemos adquirido involuntariamente? Bueno, la biopolítica estudia la incidencia de los procesos biopsíquicos hereditarios en la vida de las Comunidades, estableciendo las constantes según las cuales la raza y demás factores de diferenciación determinan la evolución histórica de los pueblos. La señora Meiners es (casualmente) una chica rubia de ojos azules. No se insinúa en esta nota que la Intendenta ganó en el 2007 nada más que por esa condición física (suponemos que el electorado habrá sospechado otras virtudes en la primera dama) pero, nuestros investigadores han llegado a la conclusión (discutible por cierto) de que, si la alcaldesa hubiese sido una morochaza de tez oscura, pelo duro y ojos negros no ganaba ni a la bolita.