El aniversario del nacimiento de José Pedroni, 21 de noviembre de 1899,  pasó sin pena ni gloria para los habitantes de la ciudad, a pesar de que fue el lugar donde el poeta desarrolló toda su obra. Ahora, estamos próximos a la fecha en la cual se recuerda su fallecimiento, 4 de febrero de 1968 y, nada hace pensar que algo cambie. Lo más notable es que los jóvenes de esta comarca no tienen idea de quién fue Pedroni. Menos que menos de lo que hizo. Es bastante terrible que el hombre que más ha prestigiado a Esperanza, el único embajador que ha hecho conocida (¡Y en qué forma!) a la ciudad donde vivimos, pase al olvido por la desidia de los funcionarios y por la complacencia de sus conciudadanos.

Algunos creen que con haberle puesto el nombre "José Pedroni" al liceo ya está todo hecho. ¿Alguien recordará sus primeros poemas los publicados en 1920?. ¿Alguien tendrá noticias de su fecunda obra poética: "La gota de agua" (1923), "Gracia plena" (1925), "Poemas y palabras" (1935), "Diez Mujeres" (1937), "El pan nuestro" (1941), "Nueve cantos" (1944), "Monsieur Jaquín" (1956), "Cantos del hombre" y "Canto a Cuba" (1960),"La hoja voladora" (1961) y "El nivel y su lágrima" (1963)?.

Siempre ha sido considerado como la figura literaria máxima de esta ciudad , cuya comunidad lo ha homenajeado y recordado en múltiples ocasiones. En 1999, en oportunidad de cumplirse el Centenario de su nacimiento, el 21 de septiembre, una Comisión de Homenaje realizó diferentes actividades para recordar al poeta. Recordamos una publicación especial del periódico "El Colono del Oeste" de Esperanza, elaborada por la Profesora Nelly Morandi de Müller relatando su vida a través de su propia obra poética, enriqueciendo el relato con múltiples imágenes fotográficas que reflejaban diferentes etapas de la vida de José Pedroni, provenientes de su colección privada y que fueron aportadas por la familia del poeta.

Pero eso fue en 1999. Hace unos cuantos años. La actualidad nos muestra a un Pedroni más olvidado que recordado. El estado municipal no se ocupa. Ocuparse no significa llevar un ramo de flores a la tumba del poeta, significa promover la lectura de su obra. Hoy, para los jóvenes locales, el nombre de Pedroni es un nombre vacío. Ese hecho lamentable es una deuda que tiene la docencia local con el poeta, también una cuota importante de ignorancia de los funcionarios políticos y, ni que hablar, una vergüenza para todos los esperancinos.