El asunto es que un famoso fabricante de muebles esperancino que tiene un coqueto local de exposición en la ruta 70, hizo un viaje a Francia con el fin de ver diseños, capitalizar ideas y de paso hacer uno que otro negocio ahora que exportar no es tan difícil. Resulta que este galan de la madera estaba charlando con un amigo, en una mesa mañanera de la Royal, donde se escuchó lo siguiente.
-¡Pero cómo te fuiste a Francia sin saber una palabra de francés! ¿Me podés decir como hiciste para moverte...?
-No fue tan dificil... Te explico -dijo arrogante el viajero- conocí a una minita en el parque ese famoso que le dicen "Campos elíseos" o "Chapms eliséess" o algo parecido... la piba me dio calce y aproveché, entonces para comunicarme le dibujé unos platos de comida y la loca agarró viaje y zafé con el asunto del morfi, fuimos a un restaurante y la pasamos de diez...
-¿Y...?
- Y bueno, después para llevarla a un reventadero le dibujé unas personas bailando y la francesita me llevó a un cabarute...
- ¡Espectacular...! ¿Y después como sigue la historia...?
- Y nada, lo de siempre loco, cuando eran la cuatro de la mañana la mina me pide lapiz y papel y como quién no quiere la cosa me dibuja una cama...
-¡De no creer, loco! ¿Y como supo la francesa que te dedicabas a vender muebles...?
Tiempo Esperanza
Frases Célebres
Nada vale la pena de ser encontrado sino lo que jamás ha existido aún.