Los negocios de temporada son harto conocidos. Y la política no escapa a las generales de la ley, es muy común, uno ve que cuando se arrima el carnaval empiezan a aparecer las caretas y las matracas, en semana santa el pescado y en marzo los cuadernos, los guardapolvos y los manuales del alumno. Eso mismo pasa en tiempo de elecciones, con el detalle de que hoy en día la imaginación hace gala de originalidades varias. La ciudad, por supuesto, como digna comarca de esta Argentina loca actual, tampoco está exenta de tales apariciones marketineras. La politiquería que tiene como ingrediente su total subestimación por la inteligencia de la gente común, cumple en sacar de la galera algunas exquisiteces tales como "piquetes", "ambientalistas", coristas varias y bailarines alquilados que desaparecerán ni bien pasada la temporada eleccionaria.
Sabido es que el gobierno nacional estimula a grupos que se llaman "piqueteros" habilitándolos con unas monedas, planes sociales y otras yerbas para que presionen en lugares diversos con el solo fin de lograr una presencia nacional que se hace cada vez más complicada para los movimientos políticos. Lo malo es que los grupos, bandas, piquetes o como se quiera llamarlos, negocian sus servicios con el gobierno de turno (cualquiera que sea) y vive de tales oficios. En la ciudad pasa exactamente lo mismo, el gobierno nacional baja planes hasta los punteros de la provincia y estos habilitan a nuestros conciudadanos. Con un poco de plata y algunos bolsones, más la digitación de los planes para jefes y jefas de hogar, cualquiera se cree guapo. La macana es que pasada la elección todo vuelve a ser como antes, vuelve el pobre a su pobreza y vuelve el rico a su riqueza, y los que hicieron pata ancha poniendo la cara quedan más solos que Adán en el día de la madre. ¿Quieren huertas, en serio? Los radicales les van a dar huertas. ¿Quieren producir su propias verduras para favorecer a la ciudad y que la gente compre las hortalizas en la ciudad? ¡Más que bueno! Van a tener lo que piden. Lo que entra en duda es si eso va a tener permanencia en el tiempo, si van a trabajar, si van a usar la pala que piden y si no...van a salir corriendo como dijo el que te dije.