Arqueólogos encontraron los esqueletos de dos vampiros de la Edad Media en la localidad búlgara de Sozopol, en la costa del mar Negro. Los dos hombres son considerados “vampiros” debido a que tenían una estacaclavada en su pecho, según indicó el historiador Boshidar Dimitrov. El hallazgo tuvo lugar en un cementerio situado detrás de la iglesia ortodoxa de San Nicolás. En siglos pasados se clavaban estacas de madera en las gargantas o pechos de personas fallecidas que en vida eran consideradas malas con el fin de evitar que tras su muerte se conviertan en vampiros y aterroricen a los vivos.