La política consiste en conseguir cosas para los ciudadanos, todos los políticos dicen y parecen desear eso. Cuando todo es normal, fenómeno, pero el asunto es cuando las cosas se complican y hay que arriesgar para ganar. Es de hombres reconocer cuando se manejó bien la cosa. La conducción local del radicalismo, en inferioridad de condiciones, con otro partido manejando la provincia, vio discriminado al hospital esperancino y se mandó con todo a reclamar la reparación de la injusticia. ¿La razón? Una extraña fórmula que asignaba monedas al Samco nuestro y fortunas a localidades similares de otro signo político. Solicitada furibunda en el diario más importante de la capital provincial y la respuesta no se hizo esperar. Auditoría. Podía pasar cualquier cosa, hasta una intervención con el siguiente fracaso político de los locales. Pero no fue así, todo lo contrario, después de la auditoría viene casi toda la plata que el hospital necesita. No tanto por generosidad del Ministro de Salud como por la jugada política efectuada. En menos que canta un gallo está solucinada la situación de uno de los centros de salud más importantes de la ciudad. Habrá que trabajar más. Aumentar la complejidad. Faltarán 6.000 pesos todavía pero ya se consiguió bastante. Arriesgar para ganar. Arriesgarse individualmente en beneficio del conjunto, olvidándose de la camiseta, pensando en la ciudad. Buen ejemplo para empezar a cambiar el estilo.