El Vaticano dijo que la guerra contra Irak podría haber sido evitada y que el creciente número de víctimas en ambos bandos plantea un "gran dilema moral".
"Mientras transcurre la guerra, el gran dilema moral es siempre el mismo", dijo a Reuters el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro-Valls.
"¿Vale la pena la cantidad de muertes en ambos lados junto con el sufrimiento, la destrucción y el odio cuando había otras maneras pacíficas de desactivar la amenaza de Irak?".
Las declaraciones de Navarro-Valls fueron las críticas más directas sobre el conflicto desde su comienzo. El Papa Juan Pablo II ha realizado numerosos llamados a la paz durante las dos semanas pasadas.
Los comentarios del portavoz son una clara crítica para ambos bandos de la guerra por no haber permitido a la diplomacia evitar un conflicto armado.
El Vaticano ha urgido a los líderes iraquíes a que se desarmen de acuerdo a la voluntad de la comunidad internacional, pero al mismo tiempo deploró la intervención militar encabezada por Estados Unidos y Gran Bretaña para resolver la crisis.
El Papa involucró al Vaticano en una vigorosa campaña para evitar la guerra. Se reunió con numerosos políticos y envió misiones con sus principales autoridades a entrevistarse con el presidente iraquí, Saddam Hussein, y el mandatario estadounidense, George W. Bush, en el marco de su esfuerzo de paz.
El Vaticano también expresó su profundo malestar con los Estados Unidos y sus aliados por haber comenzado la guerra sin el consenso de la comunidad internacional.
El representante permanente del Vaticano en las Naciones Unidas, Celestino Migliore, hablando el martes ante una comisión de desarme de la ONU, alabó las manifestaciones contra la guerra.
"La extraordinaria movilización de hombres y mujeres que hemos visto en todos lados (...) indica que la causa por la paz está haciendo grandes progresos en la conciencia de la humanidad", dijo Migliore.