Hay algunas chicanas hacia la Presidenta porque lleva una especie de libro de actas propio. Cuando lo mencionó, la Sra. Coca tuvo que soportar la cargada de sus colegas que compararon el citado librito con una especie de "Diario íntimo...".
Parece que cada carta, mensaje o lo que venga, que llega a la presidencia del Concejo, la Señora le da curso de inmediato. Cualquier cosa que ve sobre su escritorio la deriva hacia donde le parece que debe ir. La cosa es que siendo un cuerpo colegiado, siempre se debe consultar con sus pares, por más presidente que se sea. Esa super eficiencia de la Presidencia origina algunos dimes y diretes entre los ediles.

Dicen que cuando la señora presidenta recibe un pedido de la concejala Neyret, Anita siempre desconfía y lo primero que se le ocurre decir invariablemente para evitar que la presidenta del Concejo sea presuntamente engañada es gritar "¡Noo Coca, no Coooca, eh!"
Como el rubio Megevand es algo así como asesor del bloque pedepiano a veces uno se entera de cositas referidas al hombre más famoso del partido de don Lisandro. Nos enteramos que hay muchas posibilidades de que sea candidato a primer concejal, (anuncio muy festejado por los radicales) y también nos dijeron que el rubio dijo que "de ninguna medida quiso renunciar a la Comisión de Comercio que presidía en el CICAE". El presentó tres renuncias, dos la rompieron pero la tercera... parece que se pudrieron y se la aceptaron. Cosas que se dicen. Ahora anduvo queriendo volver y presentó sus razones ante el consejo directivo pero no alcanzó y lo hecho, hecho está. Lo que suponemos es que la señorita Copes lo debe haber retado por la chiquilinada de abandonar un espacio (así lo llamana los pedepetes) tan importante y lo mandó a que vuelva, pero parece que no solo el circo ya se fue sino que está cubierta la plaza de payasos. Renuncia aceptada al rubio y a otra cosa mariposa. .