AÑO 18

NUMERO 61629

Ciudad

Año: 1

Número: 39

Hospital... hospital. Una nota superactual de Edgardo Ferrero

Hay que creer que la gente pobre está "jodida" en la Argentina. Y tiene que ser así porque el hecho de que le vayan sacando una a una las únicas cosas que le quedan para subsistir es ya casi patético. Los vientos de la malaria, de la crisis y sobre todo de la insensibilidad oficial soplan en nuestra ciudad y lo que es peor, soplan con violencia notable. Y la tormenta apunta hoy a la salud y el que se sacude por causa de la acción discriminatoria del Gobierno de la Provincia de Santa Fe es ni más ni menos que nuestro SamCo local, abandonado a su suerte, con la quinta parte de los recursos que necesita para funcionar decorosamente y -para colmo- sin muchas esperanzas de revertir la situación.

Ya  se veía venir esta situación cuando no hace mucho los Legisladores (¿Los nuestros también?) concedieron el manejo de los fondos al ejecutivo a través de su Ministro de Salud, algo se dijo en una sesión del Concejo Municipal y si revisáramos aquellos dichos se llegaría (casi seguro) a la amarga conclusión de que fueron proféticos.  La plata destinada a la salud es distribuida por los funcionarios provinciales en forma no solo no equitativa sino injusta. Solo un 15 % más se le otorga a nuestro Hospital, un dinero que no alcanza para nada, después de haber cumplimentado la institución con reglamentos, estadísticas y multiplicidad de datos burocráticos exigidos por los organismos provinciales. ¿Para qué?

Hay discriminación dicen algunos. ¿Pero... qué tipo de discriminación es la que se hace? ¿Discriminación con la salud de los hombres, mujeres y chicos que usan los hospitales? No se puede creer. ¿O nos darán acaso menos dinero porque los que gobiernan en Esperanza son radicales? Tampoco sería muy decoroso este motivo para la administración Reutemann, aunque todo parece determinar que es así. ¿Es así Lole? ¿Qué criterio se emplea entonces para dar a Rafaela siete veces más que a Esperanza? Dicen que se ha utilizado una fórmula. ¡Una fórmula! ¡Por ahí cantaba Garay! Entonces es una fórmula. Pero todo es sencillo entonces, con analizar los datos de la famosa fórmula veremos por cuales razones San Cristobal, Moisesville o algunos lugares que no cubren ni la mitad de los servicios que atiende el SamCo esperancino reciben más dinero. ¿Es así..? ¿Tendría que ser así, pero..?

Pero no. No es así, ya que solicitada la fórmula en reiteradas oportunidades por los funcionarios del SamCo local, la misma les fue negada. Y les fue negada porque no hay ninguna fórmula que con datos iguales arroje resultados distintos. Tal vez Esperanza esté pagando el precio de tener un pueblo colaborador, de tener una cooperadora que está en permanente movimiento y por supuesto también estaremos pagando tributo a este tiempo de elecciones, de presiones políticas y de decadencia nacional que ya se arrima peligrosamente a los preciados reductos que se ocupan de la salud de los humildes. Lugares que deberían ser intocables.

Habrá que pensar de aquí en más en ocuparnos de nuestro hospital como siempre, sin esperar de nadie. Habrá que pedirles colaboración a las comunas que tienen en nuestro Hospital un lugar donde sus habitantes (sean de donde sean) son atendidos de maravillas. Tal vez no se les pueda por el momento suministrar medicamentos a todos los que llegan de otras localidades, tal vez... pero es la única manera de demostrar que el pueblo mismo es el que salva las papas a la incapacidad, a la ineficacia y a la insensibilidad extrema de sus funcionarios. Así será. Como siempre ha sido.
 
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