Para el peregrino, para el "turista" pero, sobre todo, para el inversor, que se pregunta como están las cosas en esta ciudad cabecera del Departamento Las Colonias, será necesario -si es que se quiere imponerlo de la verdad- decirle de entrada que nos encontramos en una comarca que "disfruta" de un delicado equilibrio de poder (para llamarlo de alguna forma).

Los sojeros, cansados de meter la menega bajo el colchón, son un poco desconfiados y antes que arriesgar en una ciudad inestable es casi seguro que prefieren escapar -aunque sea más oneroso- a otra geografía menos peligrosa. No es el caso que uno haya ocultado el tesoro, con el riesgo que eso significa, preservando, con transacciones negras, las ganancias de la voracidad estatal para venir a desperdiciarla en una ciudad que vaya para atrás. 

Todos saben que esta ciudad es conducida (para nombrarlo de alguna forma) por una señora que marcha a la sombra de un apoderado. Junto a la señora existen algunos "patas de plomo" con los que la dama se junta en la intimidad, degusta asados y consume vino a discreción, pero todo en secreto, con la máxima discreción de los que asisten a las comilonas.  Esos "custodios" de la señora están dispuestos a preservarla de cualquier peligro incluso de los deplantes de Gabriel, el abogado, al que llaman "mondongo" porque -dicen- no tiene sangre.

"Mongongo", el apoderado, no se mete con los amigos íntimos de la señora, sabe que son intocables y que pueden poner en peligro su relación con la Intendenta de cuyo dobladillo depente. El abogado, apoderado, Gabriel, no tiene luz propia, es como la luna, un satélite. Es conciente que todo su poderío parasita a la sombra de la señora, la desatenta mujer le proporciona la luz vital sin la cual se extinguiría. Mientras tanto, con la luz prestada, "mondongo", arma una telaraña de nombramientos, con hijos, parientes, amigos y entenados, con la intención de engalletar una supuesta gestión futura de sus enemigos irreconciliables, los radicales.

 El complicado escenario ciudadano se completa, con la tropa mercenaria que hace las veces de "grupo para demostrar apoyo". Se trata de un conjunto de "compañeros" que se utiliza para "presionar" a la oposición y casi siempre al Concejo, siempre en caso de que sea necesario. La "tropa" necesita atención y, por supuesto, es preciso alimentarla con todo tipo de tareas que permitan a los militantes hacerse de unos pesos. Limpieza, podas, juntada de basura, ramas y otros menesteres, son las herramientas a las que se echa mano para calmar los nervios de la gente. Esta masa sibarita va mermando en número a medida que los "recursos" escasean.

Cerca del poder (para llamarlo de alguna manera) pero a la vez fuera de toda decisión, se encuentra el llamado "pelotón de postulantes", viejos peronistas que se reúnen en los boliches a imaginar la ciudad futura. Son políticos veteranos, viejos militantes que renunciaron a su orígen, funcionarios "medio pelo" que han conseguido un escritorio en una oficina del Estado, abogados cobra cuentas y peronistas interesados. Todos esperan una reivindicación via cambios en el gabinete, o sea, esperan un milagro, que no se producirá mientras Gabriel, el apoderado, continúe siendo "la aduana" que deban sortear los nuevos postulantes al municipio.

Recordemos que el doctor "mondongo" dejó pasar de casualidad a Stessens (peronista bajas calorías), pero eliminó al arquitecto Blangini y se trajo un contingente de "refugiados" de otras localidades para ocupar los lugares vacíos. El abogado Gabriel, no olvida que el "pelotón de postulantes", en un momento, fue crítico del gobierno de la señora. "Mondongo" es rencoroso y tiene en mente que, los muchachos,  cuando pensaron que la dama se caía anduvieron por la televisión "burlándose" de la jefa y de él mismo.

Eso, claro, es el pasado, con el resultado de las elecciones, todos se dieron vuelta en el aire y ahora miran a la "pareja" gobernante con fingida simpatía. Habrá que esperar hasta diciembre para corroborar estas especulaciones, claro que, si algo de lo que se adivina acá, resulta cierto, será de pura casualidad, "culo de principiante" que le dicen.