En un clásico con final vibrante, Boca Juniors y San Lorenzo de Almagro arribaron hoy a un justo 1-1 en La Bombonera por la cuarta fecha del Apertura 2011.

Gabriel Méndez, de tiro libre, había puesto en ventaja a San Lorenzo, pero en el comienzo del segundo período igualó Darío Cvitanich en una jugada en la que muchos vieron offside, pero Tula habilitaba aún cuando había quedado fuera del campo por una situación de juego como era su intento de marcar a Clemente Rodríguez.

El clásico creció en dramatismo en la segunda parte y los dos tuvieron chances para llevarse la victoria. La más importante se dio sobre el final, cuando entre Pablo Migliore y José Luis Palomino salvaron sobre la línea milagrosamente la segunda caída de su arco ante Lucas Viatri.

Con este resultado, Boca es escolta del nuevo único líder, Atlético de Rafaela, a un punto, y San Lorenzo se ubica con siete unidades a dos de la cima.
Al Xeneize le costó hilvanar juego en ataque, ya que Juan Román Riquelme no encontró quién sintonizara en su misma frecuencia. El mérito del local fue la insistencia, aunque sus fallas defensivas por momentos lo hicieron flaquear.

San Lorenzo, con un Jonathan Bottinelli impecable en el fondo y la vocación para pelear en todo el terreno, tuvo poco juego en ataque, y en algunos pasajes, en especial en la etapa final, pareció perder el control de la situación, pero se sostuvo y llegó a un resultado que no lo disgustó en absoluto.

Boca comenzó teniendo mejor control de pelota que el rival, pero le costó encontrar profundidad y empezó a quedar expuesto a algunos contraataques. El primer remate franco le correspondió a Bottinelli, a los 10 minutos, y fue débil a las manos de Agustín Orion, después de un córner.

Pasados los 15 minutos, el partido se equilibrió en cuanto a la posesión del balón y se hizo muy luchado en el medio, con muy pocas aproximaciones a las áreas.

A los 27, Boca tuvo la oportunidad de tiro libre, pero el remate de Riquelme se fue cerca del ángulo superior izquierdo de Pablo Migliore. Dos minutos más tarde, y por la misma vía, después de una grave falla de Leandro Somoza, el correntino Gabriel Méndez aprovechó la chance y con un impecable zurdazo, que pasó por arriba de la barrera, puso el 1-0 a pesar de la estirada sin efecto de Orion.

Boca trató de adueñarse del juego, pero San lorenzo no se lo permitió y su única aproximación fue un cabezazo de Matías Caruzzo desviado, después de un córner de Riquelme, a los 40.

Ya sobre la hora, ante un tiro libre de Méndez, San Lorenzo ganó por tercera vez de arriba en el área rival, y un cabezazo de Emanuel Gigliotti fue contenido por Orion.

Boca salió al segundo período dispuesto a persistir en la ofensiva, sumar jugadores en la mitad de la cancha y acorralar a su adversario. Así fue como llegó al empate a los 7 minutos, cuando tras el centro desde la izquierda de Clemente Rodríguez cabeceó Lucas Viatri y Darío Cvitanich a su lado, también de cabeza, venció a Migliore, quien lo habilitaba junto con
Tula por más que el defensor había quedado fuera de los límites del campo de juego.

Dentro de las imprecisiones que fueron la característica dominante del clásico, Boca demostró mucha mayor vocación de ataque y sumó unas cuantas aproximaciones como para llegar al desnivel.

Por ejemplo, a los 25, un remate de Riquelme desde la izquierda exigió una buena respuesta de Migliore y, a los 37, el arquero de San Lorenzo prácticamente se encontró con el balón, tras un disparo del ingresado Pablo Mouche de corta distancia.

Sin embargo, la chance más concreta ocurrió a lo 38, cuando Mouche tocó débil ante una mala salida de Migliore y el arquero salvó en la raya volviendo de sus pasos. Inmediatamente, la arremetida de Viatri fue neutralizada por José Luis Palomino al lado de su arquero.

En definitiva, fue un partido tal vez no bien jugado, pero si con las suficientes emociones como para dejar satisfecho al espectador neutral.