La reina de reinas, la señora del Salado se preparaba para el fin de semana, luego de su agotadora labor en el Palacio Blanco,  estaba su Majestad entretenida colocando sus, ruleros, sus ojotas y un camisón en un bolso de viaje cuando vino a ingresar a los salones el pequeño asistente a quien llaman Tres Santos que, según dicen sus amigos, es actor y habría participado de una vieja serie televisiva llamada "La Isla de la Fantasía".

-Señora -dijo el petiso acomodándose los bigotes- recuerde que antes de retirarse deberá posar con el camarada Becchio para una foto con el candidato a Gobernador, el señor "Chivo Rossi", quien se hará presente abajo en unos minutos.

La primera dama no se dio por enterada y continuó arreglando su equipaje,  silbando la marcha peronista,  haciendo de cuenta de que el enano no existía. "¿Foto, foto con el chivo?-pensó mientras se acomodaba el flequillo- ¡Estos están locos! ¡Ni que me hubiera tomado un cajón de cerveza artesanal de Capeleto!

-Señora.... -insistió el otro- El señor "chivo" Rossi ya debe estár abajo, sería irrespetuoso de nuestra parte que lo hagamos esperar....

La señora, la princesa de la pampa, sin decir nada, sin dejar de silbar la marcha, descolgó un cuadro de Barraguirre de una de las paredes del salón y acercándose al petiso, lo miró como diciendo "hasta cuando me vas a joder con la foto" y, acto seguido, se lo partió en la cabeza, dejándole el marco como improvisada pechera.

-¿Querés una foto? ¡Acá tenés una foto! ¡Conformate con el retrato del Chacho!

Enseguida, la gran señora, puso la última lencería en su bolso, ropa blanca entre la que se destacaba el elástico de una bombacha amarillo patito y la hebilla de un sostén a lunares, y, sin decir palabra, descalza como estaba, salió en puntas de pie de la habitación.

Este breve relato viene a cubrir un vacío que, al parecer, angustia a nuestros lectores, esto es, la inexistencia de retratos, gigantografías o afiches en los que se vean juntos a nuestra Evita capitana del brazo con su candidato a Gobernador.

Los motivos que expone la gran señora para "rajarle" a la foto no son aconsejables reproducir en este inmaculado diario digital católico apostólico romano, pero, entre estas razones, nuestra "hermana luminosa" esgrime el grosero mote de "piantavotos" que le cuelga al compañero Rossi. Vayan estas líneas en desagravio al futuro gobernador de la Provincia Invencible de Santa Fe.