AÑO 18

NUMERO 61629

Novela

Año: 6

Número: 363

LA NOVELA DE MAMÁ JUNIORS:  "LA PROFECIA"

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Apenas hubo el sol asomado su rútila y aberenjenada faz por entre una gris cortina sucia porque era día nublado, cuando dejó la nueva Gobernadora, Ana María de los Angeles muy descansada y bien dispuesta las bienechoras chalas y se dirigió a la Sala de las Medidas Momentáneas para resolver los asuntos del día. No bien se hubo sentado en el trono cuando se abrieron las anchurosas puertas y entró por ellas el Señor Doctor Gabriel Chapatín trayendo del brazo a una señora desvaída, descolorida y sin señas particulares que traía colgado del cuello un mazo de cartas.

Miróla la Alcaldesa atentamente, sin poder hallar en la dama cosa de provecho y después dijo a la mujer con reposada  voz:

- ¿A quien tengo el honor de estar viendo?

Estremecióse la aludida y descolgando del cogote, sin decir palabra, el mazo de cartas, miró fijo a la Intendenta y le pidió que cortara con la mano zurda.

-La dama presente es una conocida adivina, bruja y tiradora de cartas que viene a avisarle de algunos peligros futuros y anticipos que nos pueden favorecer en la campaña por su reelección,  gran señora.  -dijo circunspecto del señor doctor Gabriel Chapatín haciendo la seña del dos de oro con su boquita corazón.

-Está bien -dijo la señora del Salado- pero que sea rápido porque hoy tengo clase de yoga y cita con el pedicuro. -Cuando dijo lo que dijo la señora Ana reboleó un zapato por los aires para ganar tiempo, enseguida se desnudó quedando en faja y medias de lana, para calzarse de inmediato un equipo de gimnasia color naranja con rayas blancas. Acto seguido pidió el mazo de cartas a la curandera y cortó con la mano izquierda.

La bruja se puso a profetizar poniéndole la mano sobre los ojos. Juró enseguida que la señora podía ganar las elecciones pero que fuerzas extrañas se oponían. Habló de la envidia de los demócratas progresistas, de amigas que influían en las decisiones de ella y de planetas que se obstinaban en órbitas tales que venían a joder enteramente el éxito del comicio.

-Pero todo cambiará -prometió de pronto la gitana, que era una turca del sur, famosa por los quepes que hacía para la fiesta de las colectividades.- todo cambiará -insistió- cuando un gorrión entre por la ventana y de unos saltos sobre el retrato del Intendente Breques.

La señora alcaldesa que hasta allí escuchaba aburridísima pareció interesarse cuando se mencionó lo del pajarito y pidió de inmediato a la bruja que le explicara que clase de determinismo era el que vinculaba los saltos de un pajarito y las elecciones finales. La curandera se excusó diciendo que ella era adivina y no de la protectora de animales y se fue por donde vino.

No le resultó sencillo a la señora conseguir una foto del Intendente Breques. El mismo doctor Chapatín le consiguió una tapa de "El Colono" donde estaba el fulano abrazado con unos amigotes en los umbrales del Club Social, la foto fue a parar al balcón, aprisionada entre dos macetas,

"Cuando aparezca el pajarito" pensó la señora. Se preguntó enseguida si la profecía no se trataba de una expresión como "cuando los sapos crien cola" y otras vulgaridades por el estilo. Negó con la cabeza y enfundada en su equipo de gimnasia se sentó frente a los ventanales, ensimismada y triste sin atender a nadie, sobresaltándose con cada chingolo, mirlo, gorrión, tordo u otros bicharracos que pasaban por el municipio. .

Dicen los que saben que el retrato de Breques flameaba al ritmo del viento y que se fue destiniendo a causa del sol y la llovizna.  Un tiempo después, un gorrión, saltó sobre él, pero la señora no alcanzó a verlo pues había dejado de prestar atención al movimiento de los pájaros en la ventana.

Uno de los inspectores, jura y perjura, que luego se cambió el retrato de Breques por uno del Señor doctor asesor Gabriel Chapatín, que al poco tiempo de exponerse la foto en el balcón, un pájaro negro, tenebroso, vino a posarse en la imagen depositando en ella un generoso regalo que expulsó de su parte trasera. Desde ese día no se ponen más retratos en el balcón. 
 
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