Camina por suelo extraño, por arenas movedizas. La Promoción es la dimensión desconocida para River, un equipo atribulado que deberá comprender en un par de clases de qué se trata eso de revalidar su lugar de pertenencia para no escribir el capítulo más espeluznante y triste de su historia. No deja de sorprender la situación, aunque en los últimos tiempos en Núñez se hicieron méritos institucionales y deportivos para caer bien abajo.

Por eso, quizás entre tanto desconcierto no asombren algunos gestos, ciertas conversaciones, determinadas acciones, algunas frases... De Ezeiza a Córdoba, el plantel fue protagonista. Siempre. A veces, en cuestiones que rozan lo inverosímil, lo irreal, como abandonar la práctica porque frente al predio de Ezeiza se produjeron dos accidentes de tránsito. 

Los golpes en la psiquis que arrastra River desde hace siete fechas dejaron maltrecho el espíritu del técnico Jota Jota López. La frase que ensayó al entrar al hotel Sheraton, de Córdoba, búnker elegido para esperar el trascendental partido con Belgrano, pinta su aturdimiento. "Vamos a hacer lo posible para remontar esta situación", expresó. Era lo mínimo que pretendían escuchar los hinchas. Más optimista resultó Diego Turnes, vicepresidente 1°: "El grupo está preparado. Que se quede tranquila la gente de River que nos quedamos en primera", manifestó el dirigente, que no pudo certificar la presencia del presidente Daniel Passarella. De viajar, el Káiser rompería el molde, ya que nunca acompañó al equipo lejos del Monumental. 

Con un guía táctico aturdido, Matías Almeyda toma las riendas. El Negro escuchó algunos consejos del referente, que por estas horas tiene mayor peso sobre el grupo que el entrenador. El Cacique es líder en la cancha y fuera del vestuario. Como si se tratara de una transición, algo que sería del agrado de Passarella para que el Pelado asuma como DT. El contrato del jugador termina en diciembre, pero el desgaste físico y mental lo empujaría a anunciar la despedida el domingo, después del desquite. El técnico y el emblema intercambiaron puntos de vista y planificarán prácticamente juntos los dos compromisos. El regreso de Arano es una realidad; una línea de cuatro defensores y la posibilidad de que Mauro Díaz ingrese por Pavone o Caruso, para acompañar a Lamela, alternativas que se develarán en la práctica de hoy. 

Mientras, la gente juega su partido, como lo hizo durante toda la temporada. Alrededor de 700 hinchas les hicieron frente al frío y a la llovizna para brindar su apoyo. Fueron recompensados. En un gesto poco habitual, los futbolistas detuvieron la marcha, frente al hotel, y saludaron, levantando los brazos, como si fuera el círculo central del Monumental. Sí, con Almeyda como caudillo y Carrizo en el rol de lugarteniente. El aliento también había hecho estado en la práctica en Ezeiza, donde una bandera sintetizó el sentimiento: Jueguen por nosotros, estamos con ustedes , rezaba el improvisado trapo blanco con letras negras.