Falta realmente poco para las elecciones y todo hace pensar que serán nomás en abril o sea que en menos que canta un gallo estaremos votando (¿estaremos?). Duhalde le termina de pedir a la Jueza Servini de Cubría que "garantice que las elecciones van a ser en abril" a lo que la Magistrada respondió que no podía garantizar nada, porque  recién el lunes 3 de febrero (con suerte y viento a favor) iba a decidir sobre el asunto. Las campañas están vigentes pero son un tanto "raras", debemos coincidir que cumplen con el requisito de la originalidad ya que son campañas dentro de un mismo partido.  ¿Tan puesto está el triunfo del peronismo en estas elecciones? Barrionuevo dice que sí, "que el mundo(?) sabe que el peronismo va a gobernar en la Argentina y los compañeros también. Y que como resulta que  los "compañeros" saben que no tienen contra, ni tan siquiera un contrincante que valga la pena, optan por pelearse entre ellos. Si el justicialismo tuviera un enemigo de cuidado, no quepa duda -dijo el presidente de Chacarita- estaría unido."
Para ganar la guerra se debe triunfar en las batallas que se libren en el camino. Y si usted logra crear una estrategia global correcta y despliega sus tácticas con eficacia, sin duda la victoria será suya. La estrategia se refiere a la creación de un estilo, una personalidad que responde a contenidos diversos planificados en el largo plazo. Por el contrario el enfoque táctico es una medida de corto plazo que se utiliza como respuesta ante circunstancias tales como puede ser la iniciativa del adversario ante temas puntuales. Por ejemplo, acá cerca, el tema del edificio de la estación de tren, el control de cumplimiento de la ordenanza que prohibe el consumo de alcohol o el tratamiento del presupuesto son temas que se inscriben dentro de las pequeñas batallas que se libran todos los días, cada una exige una táctica acorde y, por supuesto, para que haya pelea, posiciones encontradas.
El lector dirá con todo derecho:  ¿Pero, en los términos de una lucha política no se corre el peligro de crear batallas inútiles o innecesarias por el solo hecho de desgastar o vencer al adversario? Es cierto, tanto a nivel nacional, donde Menem y Duhalde libran su pelea personal tratando de desgastarse uno al otro, como en esta ciudad donde vivimos, en la cual (salvando las distancias) se producen escaramuzas permanentes entre demócratas y radicales hay algunos encontronazos que lo único que producen son gastos.
Lo curioso es que acá en Esperanza se ve con más claridad el juego de la táctica de desgaste. Las posturas de los contendientes varían de blanco a negro con una facilidad camaleónica inquietante. Y así los que primero apoyaron una cosa, luego (al ver que no les conviene) se oponen a la misma cosa y después (sin ponerse colorados) dan vuelta completa y vuelven al punto de partida. Miren lo que ha pasado con el asunto de la Ley Seca. Primero fue apoyada, después repudiada y ahora, recurso de amparo mediante ... ¡Los mismos que la condenaron piden al ejecutivo que siga controlando a los comerciantes que no entraron dentro de la medida cautelar! O sea que están en contra de los que apoyaron (¡Porca miseria!) ¿Alguien puede comprender esa conducta? Por supuesto que aquél que pretenda encontrar sentido a estos  movimientos de los partidos deberá buscar por el lado de la "táctica y estrategia" que muchas veces no tienen nada que ver con la ética, el buen comportamiento y menos con lo que la gente ordinaria (como nosotros) entiende por "deber ser" o "buena conducta" o algún otro viejo y hasta gracioso vicio paterno.
Pasa que solo se trata de desgastar al enemigo político para ganarle las elecciones. Para desgastarlo. hay que ganarle todas las batallas que se pueda. Entonces hay que hacer de cualquier estupidez un motivo de conflicto, combatirlo por todo, más batallas se libren más desgaste lograremos. Esa es la táctica. Siempre en contra. Siempre pelear. No importa si estamos ahora a favor de lo mismo que mañana estaremos en contra. La cosa es ir a la batalla para desgastar. Desgastar es lo importante.
-¿Y la gente?
- Primero ganaremos las elecciones después veremos lo que hacemos con la gente.
- ¿Y si las batallas destruyen cosas importantes, quién paga...?
La gente paga. ¿Quién si no...? Y el que paga supuestamente debería tener vela en este entierro, pero no la tiene, y no la tiene porque no entiende como es la cosa. Tampoco hay muchos que se ocupen de enseñar a la gente lo que tiene que saber para entender. Así podemos ganar todas las batallas y sentarnos en todos los sillones, pero mejorar, lo que se dice mejorar ... jamás.